Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos, así como la Unión Europea, declararon en un comunicado que “piden a China y a las autoridades de Hong Kong que restablezcan la confianza en las instituciones políticas de Hong Kong y pongan fin a la opresión.
Las potencias del G7 exigieron el viernes a China que cumpla sus compromisos en Hong Kong y ponga fin a la “opresión” contra los activistas que promueven la democracia, luego que Pekín forzara cambios en el sistema electoral de la región.
Los jefes de la diplomacia de Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos, así como de la Unión Europea, declararon en un comunicado que “piden a China y a las autoridades de Hong Kong que restablezcan la confianza en las instituciones políticas de Hong Kong y pongan fin a la opresión injustificada de quienes promueven los valores democráticos”.
Bajo influencia de Pekín, el Parlamento aprobó el jueves una reforma que establece que sólo los “patriotas” pueden dirigir Hong Kong, que tenía garantizado un sistema independiente antes de que Reino Unido le cediera el control a China en 1997.
“Tal decisión indica claramente que las autoridades de China continental están decididas a eliminar las voces y opiniones disidentes en Hong Kong”, dijeron en su comunicado los países del G7 y la UE.
Las autoridades chinas quieren imponer una reforma electoral en la antigua colonia británica que les daría un derecho de veto de facto sobre los candidatos a favor de la oposición prodemocracia.
“Hay que confiar en que la población de Hong Kong emita su voto en el mejor interés de Hong Kong. Debatir las opiniones divergentes, y no silenciarlas, es la forma de garantizar la estabilidad y la prosperidad de Hong Kong”, afirmó el G7.
Bajo la presión de las críticas occidentales, China justificó su plan como un segundo “golpe” necesario para “frenar eficazmente el caos” en Hong Kong, después de la controvertida ley de seguridad nacional del año pasado.
Esa ley, diseñada para recuperar el control del territorio semiautónomo y poner fin a las protestas prodemocráticas, ya había provocado una serie de sanciones occidentales y la condena del G7.