Gabrielle Marquez, de 18 años, tiene alrededor de 70 Squishmallows. Dijo que los peluches son especialmente populares entre los jóvenes que lidian con ansiedad y depresión.
Durante los últimos meses, peluches regordetes de colores brillantes han desatado furor entre los niños, los adolescentes y hasta los adultos, así como lo hicieron los Beanie Babies en su momento.
La popularidad de los Squishmallows, una línea de peluches suaves y abrazables creada en 2017, ha estallado durante la pandemia gracias a las redes sociales, en especial TikTok (o “SquishTok”, como los fanáticos llaman a la plataforma). Los coleccionistas afirman que los animales de peluche los han confortado en un año difícil y que tratar de conseguirlos ha fomentado una sensación de comunidad muy necesaria durante el extendido periodo de aislamiento.
“Aunque la manía comenzó antes de la pandemia, ciertamente llegó a su punto álgido el año pasado, y esta sed de consuelo es la principal responsable”, dijo Kelly Deen, vicepresidenta sénior de mercadotecnia en Jazwares, la compañía matriz de Kellytoy, la creadora de los Squishmallows.
Jazwares dijo a principios de marzo que ha vendido más de 73 millones de peluches (en febrero de 2020, The Toy Book, una publicación del sector, informó que la empresa había vendido 50 millones de Squishmallows). De acuerdo con la compañía, las ventas de los Squishmallows se han triplicado en los últimos seis meses.
Los coleccionistas ávidos poseen decenas si no es que centenas de ellos. Melissa Whittaker, una cajera de 35 años que vive en Nueva Hampshire, tiene más de 70 Squishmallows, cada uno con una etiqueta que contiene su nombre y características únicas.
“Amo sus caritas tiernas”, mencionó. “Es muy agradable abrazarlos y también puedes utilizarlos como almohadas”.
Existen más de 800 personajes Squishmallow y tratar de conseguir los menos comunes se ha convertido en un pasatiempo popular. Los cazadores de Squishmallows publican videos de sus misiones y memes sobre el frenesí en TikTok (donde los videos con la etiqueta #Squishmallows han obtenido cientos de millones de reproducciones), Instagram y Reddit. También intercambian consejos sobre dónde encontrar a los personajes más codiciados.
Ilana Wiles, una madre e influente en Instagram, de 46 años, que vive en la ciudad de Nueva York, dijo que ella y su esposo a menudo llevan a su hija de 11 años, Mazzy, a cacerías de Squishmallows por la ciudad y en Long Island.
“Es una actividad divertida y no son tan caros si los compras en una tienda minorista”, comentó Wiles. “Es una recompensa muy grande a cambio de no tanto dinero”.
La mayoría de los peluches tienen un precio de entre 10 y 40 dólares, el cual depende de su tamaño.
No obstante, algunos que se han vuelto difíciles de encontrar se cotizan a precios altos en la reventa. Según Insider, se revenden Squishmallows por cientos de dólares en sitios web como Mercari.
“El éxito de los Squishmallows se debe a su exclusividad, característica que los vuelve idóneos como coleccionables”, dijo Jonathan Kelly, copresidente de Kellytoy.
Agregó que la compañía está aumentando la producción para satisfacer la demanda.
“Ha habido muchos problemas para encontrarlos en las tiendas”, dijo Rebecca Brown, una estudiante universitaria de 21 años, en Huntsville, Alabama, que tiene 325 Squishmallows. “Hay muchos revendedores ahora que van y compran todas las existencias de una tienda”.
Brown afirmó que los Squishmallows se han vuelto particularmente populares entre los estudiantes durante la pandemia. Algunos colocan sus Squishmallows a cuadro durante sus clases mediante Zoom para detonar conversaciones o presumir sus colecciones. La escuela de Brown, la Universidad de Alabama, en Huntsville, tiene su propia cuenta local de Squishmallows en Instagram, donde los fanáticos se pueden reunir en línea y en persona para interactuar.
Gabrielle Marquez, de 18 años, tiene alrededor de 70 Squishmallows. Los más grandes están sobre su cama y los más pequeños en el estante de un librero, en una hamaca para peluches o en una silla de su recámara. Dijo que los peluches son especialmente populares entre los jóvenes que lidian con ansiedad y depresión.
“Si te sientes decaído, te puede ayudar tener algo que abrazar o salir a comprar uno nuevo para alegrarte el día”, aseguró.
Marquez ha disfrutado el “poder encontrar una comunidad de personas que comparten un interés en común y hablar con ellos sobre Squishmallows durante el confinamiento, cuando no hay muchas otras cosas que podamos hacer. Uso este pasatiempo para interactuar con amigos de todo el mundo; ahora tengo amigos en otros estados y en Canadá”.
El 10 de marzo, su bachillerato declaró el día como “miércoles Squishmallow” durante una asamblea virtual.
“Cuando estoy en clases, puedo mirar hacia mi cama y ver un divertido unicornio, dragón o pulpo que me observa”, dijo Isa Armstrong, una estudiante de décimo grado en el condado de Westchester, en Nueva York. “Simplemente me hace feliz y me provoca una sensación cálida y acogedora”.
Ella y otros fanáticos mencionaron que les agradaba la inclusividad reflejada en las biografías de los peluches.
“Acaban de lanzar un par de Squishmallows de género neutro que usan los pronombres they/them [algo similar a usar elle en español ]”, dijo Armstrong, de 16 años. “Siento como que lo normaliza para los niños, y eso me encanta”.
Wiles comentó que espera llevar de nuevo a su hija a cacerías de Squishmallows pronto.
“Hay algo tan inocente en este asunto que lo respaldo por completo”, señaló. “Acabamos de pasar un año entero en el que los niños estuvieron en su casa con sus iPad , así que el simple hecho de que haya algo tan sencillo y puro que los esté cautivando es algo bueno”.