Mucha historia hay en cada taza de café

Mucha historia hay en cada taza de café
Foto: Aris Rodríguez, Ensegundos. Su existencia se remonta a 1,875, por lo que, es una de las cafeterías más antiguas de la capital panameña.

El Café Coca Cola es uno de los más antiguos de la capital panameña y ha sido visitado por personalidades del quehacer nacional e internacional.


¡De cuántas conversaciones habrá sido testigo el Café Coca Cola! Definitivamente, mucha historia hay en cada taza de café que allí se sirve.  Su existencia se remonta a 1,875, por lo que, es una de las cafeterías más antiguas de la capital panameña.

En el pleno centro de la ciudad, entre la Avenida Central y Calle 12, a unos pasos del Parque de Santa Ana, está el Café Coca Cola, uno de los primeros lugares en donde se vendió el conocido refresco gaseoso en la región. Forma parte del Casco Antiguo, considerado patrimonio cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Su aspecto se observa muy similar a sus orígenes.

Esta cafetería forma parte de la historia panameña. Desde sus inicios ha reunido a nacionales y extranjeros, de todas las clases sociales.  Era el lugar favorito de políticos, médicos y farándula, entre otros; también, de personas trabajadoras de áreas circundantes. El señor “Arquímedes”, mientras tomaba café, señaló: “Aquí siempre han venido clientes de todo tipo, yo aún vengo y me encuentro con amigos y empezamos a conversar”.

Es parte de la cultura panameña. Allí se discutían los temas que hacían noticia, de asuntos legales, de negocios, de religión, entre otros, por lo que, las personas, “sin querer queriendo”, se actualizaban del quehacer nacional.

 

Foto: Aris Rodríguez, Ensegundos. En los interiores del Café Coca Cola, se percibe que el tiempo se detuvo allí

Era un lugar versátil, aparte de cafetería, se convertía en oficina, centro de reuniones, lugar de celebraciones y citas de amigos.

No me haría falta mencionar a las anteriores generaciones la elección más frecuente del menú, pues, lo era su buen café. Ese delicioso aroma, que invitaba a disfrutar la exquisita bebida. De ese icónico lugar, surgieron muchas ideas. ¡Y que no se arreglaba con una taza de café!  Definitivamente, era un gran aliado.

El establecimiento ha contado con comensales y personalidades de gran prestigio. “Oreida” nos relató que fue visitado por el expresidente argentino Juan Domingo Perón y su esposa Evita Perón, quienes tenían raíces en Panamá, ya ella trabajó en nuestra capital; el médico argentino Ernesto Che Guevara; el líder de la revolución cubana, Fidel Castro; el escritor Pablo Neruda, entre otros.

El café de todos los tiempos, ha sido un lugar muy frecuentado. Esas paredes, de seguro guardan reseñas interesantes y ni pensar en los secretos de más de 100 años. También ha sido testigo de hechos para no olvidar como escenas de tiempos de la dictadura militar. Los visualizo a todos acompañados de su taza de café.

Para conversar en el Coca Cola había que competir con las voces de la otra mesa, volumen de televisores, sonidos de la cocina, pregón del billetero, y de lo que jamás podría incomodarme, la máquina del café.

Actualmente es un restaurante cafetería que ofrece también comida casera, de menú variado, buen sabor y porciones considerables a precios módicos. Hacen un buen pescado, con arroz con guandú y coco, plátano en tentación y ensalada al vapor; y un delicioso bistec picado con papas y ensalada. Sigue siendo una excelente parada para panameños y extranjeros.

El Café Coca Cola aún está allí, con sus recuerdos y  máquina de preparar el café, y forma parte de los lugares por descubrir o redescubrir.

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