Dinamarca decidió abandonar definitivamente la vacuna contra el covid-19 de AstraZeneca por sus “raros” pero “graves” efectos secundarios, anunciaron el miércoles las autoridades sanitarias, lo que lo convierte en el primer país europeo en hacerlo.
A pesar de los dictámenes del regulador europeo y de la OMS a favor de su uso, “la campaña de vacunación en Dinamarca continúa sin la vacuna de AstraZeneca”, dijo el director de la Agencia Nacional de Salud, Soren Brostrom, en una conferencia de prensa.
A las cerca de 150.000 personas que recibieron una dosis de esa vacuna se les ofrecerá otra para su segunda dosis, según las autoridades.
Dinamarca fue el primer país de Europa en suspender completamente el uso de la vacuna el 11 de marzo, después de informes que describían casos excepcionales de coágulos sanguíneos, combinados con un bajo recuento de plaquetas y sangrado.
A pesar de un dictamen favorable de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) para su uso, el país había mantenido su suspensión, al igual que Noruega, optando por profundizar su investigación sobre la relación entre estos pocos casos graves y la vacunación.
Si bien el 8 de abril la EMA confirmó la existencia de casos de trombosis graves, pero poco frecuentes, consideró que los beneficios de la vacuna siempre superaban a los riesgos.
La mayoría de los países europeos que habían suspendido el uso de la vacuna la reanudaron, en la mayoría de los casos con un límite de edad.
Por su parte, Sudáfrica también renunció a ella en febrero, ya que su eficacia está en duda ante la variable que asola el país.
Estados Unidos, al igual que Suiza, todavía no la autorizaron, y Venezuela se negó a hacerlo invocando sus efectos secundarios.
El abandono de la vacuna supone una prolongación de al menos tres semanas en el programa de inmunización danés, que preveía la vacunación de todos los mayores de 16 años para el mes de julio.