“La región se contrajo 7,1 % en 2020, va a crecer este año 4,1 %, estimamos nosotros, pero no va a alcanzar para recuperar el nivel de actividad prepandemia”, dijo Alicia Bárcena.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) mejoró levemente la perspectiva de crecimiento de la región para 2021 a un 4,1 %, promedio superior al 3,7 % que el organismo proyectó el pasado mes de diciembre.
Así lo expresó este jueves la secretaria ejecutiva de CEPAL, Alicia Bárcena, quien, no obstante, puntualizó que la mejora no es suficiente para neutralizar la caída sufrida por la región debido a la pandemia y volver a situarse en los niveles anteriores a la covid-19.
“La región se contrajo 7,1 % en 2020, va a crecer este año 4,1 %, estimamos nosotros, pero no va a alcanzar para recuperar el nivel de actividad prepandemia”, dijo Bárcena al comienzo de un evento virtual en el que presentó el último número de la Revista CEPAL.
Fuentes de la CEPAL informaron a Efe de que en las próximas semanas el organismo dará a conocer sus nuevas proyecciones económicas de manera oficial.
La funcionaria internacional expresó, además, que la situación actual es de mucha incertidumbre por el “acceso desigual a las vacunas” y “la efectividad de la misma, que tampoco se garantiza”.
“Nos abren grandes incertidumbres hacia futuro y la recuperación puede ser asimétrica, divergente y va a generar más brechas entre centro y la periferia, creemos nosotros”, comentó.
Esta situación aparece descrita por Bárcena y el secretario ejecutivo adjunto de la CEPAL, Mario Cimoli, en un artículo conjunto publicado en la revista del organismo.
En el documento, ambos autores explican por qué la región ha sido la más afectada por la pandemia y también la más dañada en términos económicos y sociales.
Bárcena y Cimoli explican que la pandemia emerge en la región en el marco de tres crisis estructurales: una crisis social que se refleja en los altos niveles de desigualdad; una crisis económica que se refleja en el bajo crecimiento y el rezago tecnológico de la región frente a los países avanzados y (cada vez más) frente a algunas economías asiáticas; y una crisis ambiental que se refleja en la pérdida de biodiversidad, bosques y aguas, y en la tendencia al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Estas tres crisis y las políticas necesarias para superarlas interactúan entre sí. Cambiar el estilo de desarrollo de la región exige actuar coordinadamente sobre las tres”, señalan. institucionales, para avanzar en la configuración de un nuevo estilo de desarrollo inclusivo y sostenible.
La estrategia de cierre de estas tres brechas (económica, social y ambiental) ha sido calificada por la CEPAL como una recuperación transformadora para el desarrollo sostenible, es decir, una estrategia que combine la recuperación económica con la superación del estilo de desarrollo vigente.