La vocación de ser médico

La vocación de ser médico
Dr. Rodolfo Cogley Urriola, Medicina General y Auditoría Médica, de la Caja de Seguro Social. Foto, cortesía.

Cada 21 de mayo se celebra el Día del Médico, fecha en que, en 1951, se fundó la Facultad de Medicina, de la Universidad de Panamá.

La vocación de ser médico inicia por la inclinación a la entrega hacia el prójimo. Primero, quizás, descubierta a través de una ilusión. Luego, desarrollando el sueño con arduo esfuerzo de estudios, hasta despertar en la realidad, donde no existe tiempo, ni descanso para la lucha por la vida.  Porque esa es la prueba doctoral a la que se enfrentan día a día, como si a diario reiteraran votos de su vocación.

Siempre he dicho que, para ser un buen doctor, primero hay que ser un buen ser humano. Seguir adelante siempre, aunque se esté en “un campo minado”, como escuché alguna vez.

En mi caso, que me encanta escribir de arte, personalmente, podría calificar a esta profesión como el arte de amar al ser humano.

“Vocación es más que una elección, es la decisión que nace más de las entrañas morales del hombre que de los planos intelectuales, decisión de tener fe en algo, forma especial de ser y vivir que nos crea sentimientos para superar los obstáculos que se presenten”, así se explica esta profesión.

Ser médico supone siempre disposición, armonía entre el conocimiento científico, la confianza en la intuición y la experiencia personal, sin perder el ánimo necesario para bregar con realidades, situaciones desconocidas y hasta limitaciones del sistema de salud.

Un buen médico, en la actualidad, no se limita a una atención de excelencia del paciente, sino de estar actualizado en cuanto a innovaciones de diagnósticos, procedimientos, tecnologías, indicadores y más. Y algo importante, que no puedo dejar de mencionar, ser bondadosos con sus conocimientos; tener buen liderazgo, formación y manejo de su equipo de trabajo, de quienes depende tanto, para juntos, en compañía del que todo lo puede, “buscar siempre y por todos los medios el bien de su paciente”.

El doctor Rodolfo Cogley Urriola, de Medicina General y Auditoría de la Caja de Seguro Social, nos compartió en esta fecha cómo nació su vocación.

“Desde muy pequeño, siempre decía que quería ser médico cuando me lo preguntaban. Era una de las 3 respuestas que siempre daban los niños de mi época: a. Médico b. Policía y c. Bombero. Escogía médico.

Mi padre, que fue policía. me quiso llevar al Instituto Militar General Tomás Herrera, porque estaba en el paquete de opciones, pero el día antes de ir a hacer un recorrido, me dijo que teníamos que levantarnos a las 2:00 de la madrugada para ir a Río Hato y hasta allí llegó mi carrera militar.

“Con respecto a la tercera respuesta, de ser bombero, he tenido la oportunidad de pertenecer a esa gran Institución como voluntario, luego trabajé por 12 años en su clínica y todavía estoy como voluntario”, compartió Cogley.

La vocación surge de lo profundo y la convicción de un médico es la que puede alertar sobre estar listos para entregarse a los pacientes sin limitaciones, y es tan inspirador saber que la confianza en ella ha permitido que profesionales lo desempeñen a cabalidad.

El Dr. Cogley, manifestó a las generaciones que “formarán parte del relevo” que, “no permitan que nada ni nadie les robe sus sueños. Que estén dispuestos a vivir plenamente el proceso con todas sus altas y bajas. Que su premio será su trabajo; y el agradecimiento genuino, de pocos. Porque siempre recuerdo este fragmento de la canción Maestra Vida de Rubén Blades: “Del Dios me acuerdo primero, solo en trance de morirme, más nunca si estoy contento. No dura agradecimiento a aquel que nos da la mano tan pronto nos sale el clavo de olvidar todo el sufrimiento”.

Cada 21 de mayo se celebra el Día del Médico, fecha en que, en 1951, se fundó la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá.

Nuestro homenaje a quienes desempeñan esa labor de tanta valentía, por lo que hoy, con gran agradecimiento les aplaudimos por su entrega diaria y su papel fundamental frente a la coyuntura de la crisis sanitaria durante esta pandemia.

 

Panamá celebra Día del Médico
El buen liderazgo de un médico con su equipo de trabajo, es clave en el ejercicio diario de una tarea tan difícil. Foto, cortesía.

 

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