En Latinoamérica, la pobreza llegó a su nivel más alto en los últimos 12 años, afectando a un 33,7% de la población.
De acuerdo con la CEPAL, Panamá y Brasil son los únicos dos países que han logrado bajar los índices de pobreza y pobreza sobredimensional, durante la pandemia del Covid-19.
Mientras que en el país sudamericano la extrema pobreza cayó de 5,5% a 1,4%, en Panamá registró una disminución de 6,6% a 6,4%, según la proyección del organismo internacional, plasmada en una reciente publicación de BBC News.
Según el diario, a diferencia de lo que ocurrió en aquellos países donde las ayudas fiscales fueron menores -ya sea porque no tenían más posibilidades de endeudarse o porque el gobierno tomó la decisión de seguir una política más austera-, Brasil y Panamá focalizaron gran parte de sus desembolsos en los sectores de menores ingresos.
Acotó que eso se explica, entre otras razones, porque en la región más de la mitad de los trabajadores son informales. Por lo tanto, para llegar a ellos, la manera más eficiente en esta emergencia, dicen los expertos, era optar por la política de entregarles dinero.
En Panamá, como en muchos de los países, el Estado se avocó al otorgamiento de subsidios, créditos y otros mecanismos que permitieron mantener a flote una parte de la actividad económica en medio de los confinamientos y un escenario global recesivo.