Autoridades chilenas manifestaron su preocupación por el aumento registrado en las últimas semanas de extranjeros que intentan cruzar ilegalmente desde Bolivia hacia la localidad fronteriza de Colchane, en el norte de Chile, y temen una nueva crisis migratoria en la zona.
En las últimas semanas se ha registrado un “aumento significativo de migrantes irregulares” que avanzan a pie desde Bolivia por el inhóspito altiplano en medio de un duro invierno exponiéndose a bajísimas temperaturas, con el fin de cruzar la frontera con Chile y alcanzar el pueblo de Colchane, en la región de Tarapacá, indicó el alcalde de esta localidad, Javier García, en un video al que accedió la AFP.
“Solo en los últimos tres días se han atendido 81 migrantes irregulares” según un reporte del consultorio médico de Colchane, poblado de unos 2.000 habitantes, en su mayoría de origen aymara.
García teme que la gran afluencia de migrantes -en su mayoría venezolanos que llegan a esa zona remota caminando- repita el colapso registrado en febrero pasado en Colchane cuando miles de extranjeros arribaron a esta localidad, ubicada a 3.650 metros de altitud.
Desde principio de año al menos cinco migrantes murieron en el intento por cruzar hacia Chile.
Los migrantes que logran cruzar hasta Colchane avanzan por una ruta caminando, colgados de camiones o pagando unos 100 dólares para ser trasladados por camionetas hasta las localidades de Pozo Almonte e Iquique.
En la ciudad portuaria de Iquique, sobre el mar Pacífico, se han instalado en carpas copando espacios públicos como parques y playas, sostuvo José Miguel Carvajal, gobernador de la región de Tarapacá.
“Nuestra región tiene una crisis migratoria, sanitaria y de seguridad”, indicó Carvajal.
“La situación migratoria que vive #Tarapacá es grave y está generando molestia en la ciudadanía”, indicó la gobernación en su cuenta de Twitter.
García y Carvajal coinciden en que el plan que instauró el gobierno del presidente Sebastián Piñera para detener la llegada de migrantes ha empeorado el problema y piden que se trasladen ministros a esta región para instalar una mesa de diálogo que permita dar una solución definitiva al fenómeno.
En el marco de ese plan, el gobierno chileno ha realizado varios procesos de expulsión de decenas de migrantes venezolanos y colombianos que llegaron a Chile por pasos clandestinos, lo que ha sido criticado por organismos de derechos humanos y la ONU.
Por la emergencia sanitaria durante la pandemia de coronavirus, Chile mantiene sus fronteras cerradas para extranjeros que no sean residentes y, en el caso de los ciudadanos venezolanos, exige una visa tramitada en los consulados de sus países de origen.