Se fortalecen servicios de salud amigables en adolescentes

Se fortalecen servicios de salud amigables en adolescentes
El embarazo en adolescentes es el resultado de una variedad de factores. Foto, CSS.

Ese control va a estar basado en sus experiencias de vida y valores, algunos decidirán no tener relaciones sexuales y otros si y la mejor evidencia de esto último son los embarazos que ocurren.

La ingesta de alcohol y drogas en edades tempranas, pueden ser factores que influyen en adelantar la adultez de la adolescencia, de ahí que, en la Caja de Seguro Social se hayan fortalecido los servicios de salud amigables para adolescentes, con la finalidad de mejorar los accesos de prevención y promoción.

Un comunicado de la entidad de seguridad social dio cuenta de esta información proporcionada por el Dr. José Leonardo González, jefe nacional del Programa Materno Infantil de la Caja de Seguro Social (CSS).

Advirtió que, como ginecólogo de experiencia, conoce a detalle las consecuencias de quedar embarazada entre los 10 y 19 años de edad, principalmente para la adolescente, siendo esta la que se enfrente a un cambio radical en su organismo, mucho más que el progenitor.

Los Servicios de Salud Amigables para Adolescentes ofrecen talleres y brindan información sobre la prevención de los embarazos en adolescentes, sobre todo porque se pudieran incrementar algunas morbilidades o enfermedades, tomando en cuenta que los embarazos precoces incrementan el riesgo de preeclampsia que son causa de muerte en las mujeres.

El Dr. Domingo Stanziola, sub jefe nacional de Niñez y Adolescencia, del Programa Materno Infantil de la CSS, agregó que el embarazo en adolescentes es el resultado de múltiples factores incluyendo sociales y económicos, como muestra de esto es evidente notar que las tasas más altas de embarazo en este grupo etario (10-19 años), ocurren en las áreas más pobres del país.

La comunicación de la CSS profundizó en que, por tanto, la solución incluye, además de ampliar la cobertura de servicios de salud para adolescentes de calidad (que ofrecen anticonceptivos, educación para ellos y sus familias), es necesario ofrecer una educación de calidad que fomente habilidades y competencias que les permita una mejor inserción en el mercado laboral y oportunidades para el desarrollo económico y social.

A juicio del Dr. Stanziola, habría que definir qué significa adelantarse a la vida adulta, por ejemplo: en el tema de trabajo infantil, existen las formas de trabajo infantil por eliminar, porque hay formas de trabajo en la adolescencia que contribuyen al desarrollo de individuo.

Es normal que los adolescentes empiecen a explorar más su sexualidad (más porque la exploración de la sexualidad inicia desde muy temprano cuando el niño y la niña descubren que experimentan placer al tocar sus genitales), durante la adolescencia van a sentir atracción por otras personas, se enamoran, hacen parejas y tienen que aprender a manejar su sexualidad, sus deseos e impulsos.

Ese control va a estar basado en sus experiencias de vida y valores, algunos decidirán no tener relaciones sexuales y otros sí y la mejor evidencia de esto último son los embarazos que ocurren.

¿Qué hacemos?¿Prohibirles tener relaciones sexuales? ¿Una prohibición los va a detener? ¿O los educamos?  Fortalecemos su autoestima, los ayudamos a ponerse metas, contribuimos a que encuentren un sentido mayor para sus vidas y consideren que tienen un propósito.

“Cuando comparamos los embarazos en adolescentes con las cifras de años anteriores se puede observar un descenso importante. Hasta hace poco se mantenía es un 20% de todos los nacimientos y ha descendido a un 16%, y aunque la tasa ha disminuido lo cual significa un avance positivo, aún hay desafíos pendientes para el país”, precisó la CSS.

Indicó la información de la CSS que según un informe publicado por la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), América Latina y el Caribe como las subregiones con la segunda tasa más alta en el mundo de embarazos adolescentes.

“La tasa mundial de embarazo adolescente se estima en 46 nacimientos por cada 1,000 niñas, mientras que las tasas de embarazo adolescente en América Latina y el Caribe continúan siendo las segundas más altas en el mundo, estimadas en 66.5 nacimientos por cada 1,000 niñas de entre 15 y 19 años, y son sólo superadas por las de África subsahariana”, indicó el informe “Aceleración del progreso hacia la reducción del embarazo en la adolescencia en América Latina y el Caribe”.

Ayer domingo 26 de septiembre, se conmemoró el Día Mundial de Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes.

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