Son factores que aportan al crecimiento económico, particularmente en los sectores que son vitales en la diversificada economía panameña como el agroindustrial, turismo, logística y minería metálica, en adición a dinamizar áreas con potencial como el forestal, energía, turismo de conservación, tecnologías e investigación.
“La competitividad de un país es determinante para el aprovechamiento de su potencial de crecimiento económico, a la vez que le permite alcanzar los objetivos nacionales de desarrollo humano, bienestar social y estabilidad”, así se expresó el presidente del Centro Nacional de Competitividad, Irvin Halman Brid.
Las palabras de Halman se dieron durante la sesión plenaria de inauguración del XIII Foro Nacional para la Competitividad, celebrado recientemente, cuyo lema fue: “Impulsando la competitividad, retomando la hoja de ruta estratégica”; en donde añadió que “para obtener las mejoras en la capacidad competitiva se requiere de un trabajo continuo y persistente, relativo a la competencia global, por tanto, la condición de competitividad es dinámica”.
Añadió que, “esta décimo tercera versión del Foro Nacional para la Competitividad se da en un momento crítico, pero muy oportuno al irse completando la plena apertura de las actividades económicas en contraste con la situación de mayor incertidumbre causada por el choque económico en el que estábamos inmersos durante el foro del año pasado”.
Aprovechó para recordar que en el foro del 2020 el “enfoque fue, primordialmente, el de la reactivación gradual de los principales sectores de la economía, dentro de un ambiente de medidas temporales de moratoria, flexibilización bancaria y de transferencia de subsidios”; mientras que este año “presenta algunos retos coyunturales que son globales y hay que superar, como los del incremento de costos del trasporte, de las materias primas, afectaciones en la cadena de suministro, que dilatan los tiempos de entrega, y la acelerada incursión de modelos de negocios basados en tecnologías disruptivas, que atienden las nuevas demandas del mercado”.
Destacó que “estos retos se suman a los aspectos estructurales de nuestro modelo institucional y económico, incluidos los estándares de intercambio y de reglas de negocios internacionales que inciden en nuestro país”.
“Debemos expresar, desde el CNC, nuestra preocupación por aquellos aspectos que no muestran el avance esperado y que son esenciales para no desaprovechar las oportunidades que están capitalizando vecinos nuestros en la región, en la atracción de inversión asociada a las nuevas tecnologías que requieren de mayores niveles de sofisticación de la producción y del capital humano. Especial atención merece la educación, debido a su impacto en el desarrollo individual y colectivo en una sociedad”, precisó Halman.
Seguidamente el presidente del CNC anotó que “son inquietantes las consecuencias para el presente y futuro del país, que las escuelas, en gran medida, no hayan podido cumplir con los protocolos de apertura, ni con un proceso educativo incluyente y de calidad, en modalidad a distancia o semipresencial, durante el periodo de pandemia, profundizándose la brecha de desigualdad que nos afecta como nación. No obstante, reconocemos los esfuerzos que hace el Ministerio de Educación ante esta situación”.
También apuntó que, “aunque se han dado avances en materia de digitalización de trámites para agilizar los procesos burocráticos, en la búsqueda de una mayor eficiencia en las entidades y la modernización del Estado, este esfuerzo aun requiere de nuestra mayor atención. Por lo que mantenemos en el Foro una mesa dedicada a la tramitación con el Estado, dada su transversalidad y relevancia que nos han manifestado la mayoría de los sectores de la economía”.
Respecto al Foro Nacional para la Competitividad, mencionó que, “tiene como producto, la Agenda de Acción Anual, que recogerá las recomendaciones priorizadas en las Mesas de Trabajo Temáticas y un mecanismo que asegure la ejecución de cada acción recomendada. La construcción de la Agenda de Acción es un trabajo mancomunado de los representantes de los sectores público y privado, incluyendo a los trabajadores y a la academia, que participan de este proceso”.
“Una realidad que aun se mantiene y sobre la que nos compete actuar -precisó- es la atención de los factores que coinciden en la desaceleración de nuestro ritmo de crecimiento en los últimos 8 años, que ya venían también sintiendo las empresas previo a la pandemia de la COVID-19, agravada ahora por la crisis económica global causada por esta”.
“Por lo anterior, es necesario impulsar de manera sostenida, el capital, el empleo y la productividad, factores que aportan al crecimiento económico, particularmente en los sectores que son vitales en nuestra diversificada economía como el agroindustrial, turismo, logística y minería metálica, en adición a dinamizar sectores con potencial tales como el forestal, energía, turismo de conservación, tecnologías e investigación”, puntualizó Irvin Halman.
Asimismo, realzó que, “en el CNC hemos analizado la contribución de cada uno de estos factores. Consideramos que el factor productividad requiere nuestra especial atención por ser esta la medida de eficiencia con la cual se potencian los factores de capital y capital humano. En este sentido, la productividad, factor que aporta al crecimiento del PIB se ha ido deteriorando en los años más recientes, nos preocupa aun más el hecho de que, a partir del 2018, el factor productividad está reflejando cifras negativas”.
En cuanto a iniciativas en el CNC, subrayó que, “por la relevancia de la productividad en la inversión y el apremio por generar plazas de empleo formales, hemos retomado, recientemente, conversaciones con la Fundación del Trabajo, como espacio tripartito conformado por empleadores, trabajadores y gobierno, con miras a realizar actividades conjuntas de reflexión y análisis, que nos permitan esclarecer las principales causas del deterioro y que estas sean atendidas dentro de un ambiente de cordial diálogo”.