Sudáfrica, donde fue detectada la nueva variante del covid-19 bautizada ómicron, consideró el lunes “triste” y “lamentable” que ciertos países africanos se sumen a la ola de pánico e impongan restricciones de viaje en el continente.
El anuncio el jueves por científicos que se había detectado esta variante en países de África austral provocó una reacción en cadena de varias naciones europeas, en Estados Unidos o en Filipinas, que, en pocas horas, decidieron prohibir la llegada a su territorio de viajeros procedentes de esa región del continente africano.
“Es totalmente lamentable, desgraciado e incluso triste que países africanos hayan impuesto restricciones de viaje” declaró el portavoz del ministerio de Exteriores, Clayson Monyela, en rueda de prensa.
En África, Angola, isla Mauricio, Ruanda y Seychelles interrumpieron los vuelos procedentes de Sudáfrica.
Sudáfrica teme que esas prohibiciones globales tengan consecuencias para su economía y en particular para su turismo.
Estas restricciones “deben ser anuladas inmediatamente” prosiguió el portavoz, y recordó que Sudáfrica hizo “donaciones sustanciales”de vacunas a algunos de los países que imponen prohibiciones de vuelo.
El presidente sudafricano Cyril Ramaphosa había exigido la víspera el “levantamiento inmediato y urgente” de estas medidas, calificándolas de carentes de “justificación científica”.