Wall Street tropezó con la variante ómicron y cerró noviembre con pérdidas

Wall Street tropezó con la variante ómicron y cerró noviembre con pérdidas
Fotografía de archivo de trabajadores de la bolsa de Nueva York (EE.UU.). Foto, EPA/Peter Foley.

Pasado el festivo de Acción de Gracias en EE.UU., Wall Street se dio de bruces con la realidad en un “Black Friday” que deja la peor jornada bursátil del año, con un recorte de más de 900 puntos en el Dow Jones.

Wall Street despidió noviembre con pérdidas acumuladas en sus tres principales indicadores tras las recientes ventas de pánico ligadas a la variante ómicron del coronavirus, que han dado la vuelta a un mes habitualmente tranquilo en bolsa.

El Dow Jones de Industriales recorta un 3,98 %, el selectivo S&P 500 un 1,01 % y el índice compuesto Nasdaq un 0,37 %, unos malos datos que, pese a todo, no son peores que los de septiembre, el peor mes del año.

Las plazas europeas tampoco han levantado cabeza, con un desplome del 8,3 % en Madrid; un 5,12 % en Milán y casi un 3 % en Londres y París, entre otras.

Noviembre comenzó en máximos históricos, pero los inversores fueron perdiendo optimismo al observar los repuntes de covid-19 en Europa, donde algunos países impusieron restricciones, y finalmente se dejaron llevar por el pánico tras la identificación de la variante ómicron.

Pasado el festivo de Acción de Gracias en EE.UU., Wall Street se dio de bruces con la realidad en un “Black Friday” que deja la peor jornada bursátil del año, con un recorte de más de 900 puntos en el Dow Jones y un retroceso superior a 10 dólares en el precio del petróleo.

Las ventas masivas continuaron este martes por las dudas respecto a la efectividad de las vacunas anticovid contra ómicron y las declaraciones del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, sobre una posible aceleración de la retirada de estímulos en vista de la creciente inflación.

La inflación ha sido otro de los factores bajistas de este mes habitualmente apacible para el mercado, ya que la lectura de octubre arrojó un aumento del 6,2 % en tasa anualizada, el registro más alto en los precios de consumo desde 1990, reforzando las dudas sobre su transitoriedad.

“De cara a las festividades, los precios eran la prioridad, ya que desde la gasolina hasta el pavo sobre la mesa, todo costaba más este año”, señalaron analistas de Wells Fargo en una nota, que también resaltaron un descenso en la confianza de los consumidores.

Pese a los buenos resultados ofrecidos por las grandes minoristas en el último trimestre y sus perspectivas de venta positivas de cara a la temporada navideña, se ha visto por primera vez en EE.UU. una facturación menor en el ciberlunes (-1,4 %), hasta los 10.700 millones de dólares.

El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años comenzó el mes en el 1,55 % y se situó ayer por debajo del 1,45 % debido a la apuesta por valores más seguros tras haber rozar el 1,67 % antes de que se extendiera el temor por la nueva variante.

Los expertos de la firma Jefferies señalaron que se está produciendo un “ominoso” aplanamiento de la curva de rendimientos de la deuda pública -se acercan los tipos de los bonos a corto y largo plazo- que recuerda a los niveles vistos en marzo de 2020.

En cuanto al mercado de petróleo, los futuros del barril de Texas han sufrido un desplome mensual del 20 % en medio de la preocupación por cómo evolucionará la demanda de combustibles ante una nueva ola de coronavirus, y justo después de que EE.UU. decidiera liberar crudo de sus reservas estratégicas para frenar los precios.

Las criptomonedas no han estado aisladas del terremoto: el bitcóin cayó a los 53.700 dólares en el “viernes negro” y ha remontado ligeramente, pero queda lejos del pico de 67.000 que registró a principios de mes.

 

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