Ramadán, Semana Santa y Pésaj: tradiciones religiosas que coinciden en España

Ramadán, Semana Santa y Pésaj: tradiciones religiosas que coinciden en España
Imagen de archivo de rezos en la mezquita de Ceuta con motivo del inicio del mes del Ramadán. Foto, EFE/ Reduan Dris.

En la ciudad autónoma de Ceuta, ubicada en el norte de África, conviven españoles de cuatro confesiones religiosas (cristiana, musulmana, judía y en menor medida la hindú). Allí, estas tradiciones se perciben con una mayor intensidad en un territorio de 19 kilómetros cuadrados.

La convivencia de varias religiones en distintas ciudades españolas se traduce en coincidencias como la de estos días: el sagrado mes de ayuno del Ramadán del colectivo musulmán, las procesiones de la Semana Santa católica y la Pascua judía o Pésaj vuelven a celebrarse en las mismas fechas.

Es el caso de la ciudad autónoma de Ceuta, ubicada en el norte de África, donde conviven españoles de cuatro confesiones religiosas (cristiana, musulmana, judía y en menor medida la hindú). Allí, estas tradiciones se perciben con una mayor intensidad en un territorio de 19 kilómetros cuadrados.

De este modo, el Ramadán arrancó el pasado 1 de abril para los más de 30.000 ceutíes de confesión islámica, la Semana Santa católica se celebra desde el pasado domingo, y ayer se inició la Pésaj para los judíos.

RAMADÁN

El sagrado mes de ayuno del Ramadán, uno de los principales ritos de la comunidad musulmana, entra ya en su ecuador e impide a los musulmanes la ingesta de cualquier tipo de alimento o bebida desde la salida hasta la puesta del sol.

Mohamed Lahassen, que ejerce de taxista en la ciudad, vive las dos celebraciones. “Por un lado llevo a muchos musulmanes a sus casas para romper el ayuno momentos antes de las nueve de la noche y luego, cuando como, vuelvo a coger el taxi y recojo a muchos cristianos que han terminado la procesión y regresan a sus casas de madrugada desde las iglesias”, explica a EFE.

La organización benéfica Luna Blanca, una de las más activas en la atención a las familias vulnerables, ha instalado -después de dos años sin poder hacerlo- una carpa en las inmediaciones de la mezquita de Sidi Embarek, donde atiende a diario a unas 400 personas.

En esta carpa se realiza el “iftar” o ruptura del ayuno. “Lo principal es que todo el mundo se reúna y nadie esté solo en la calle en estos días, ya que la carpa es un sitio para comer, pero también para convivir en familia”, indica el vicepresidente de la organización, Mustafa Mojtar.

SEMANA SANTA

En el caso de la Semana Santa católica, la religión mayoritaria de la ciudad se vive con la puesta en la calle de los veinticinco tronos -peanas donde se colocan las imágenes sagradas – de catorce hermandades o cofradías.

La buena climatología ha permitido este año recuperar la normalidad de las procesiones, aunque con ciertas medidas sanitarias por la covid-19.

“Trabajo en una cafetería del centro de la ciudad y he visto pasar todas las cofradías. Luego, en mi casa, he roto el ayuno”, dice a EFE Insaf Mohamed, una musulmana que se ha convertido en “espectadora de lujo” del recorrido procesional al estar su lugar de trabajo en pleno centro.

ISRAELITA

En la jornada de ayer se sumó a las celebraciones la conmemoración de la Pascua judía o Pésaj, que conmemora la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto y que llevan a cabo los más de un millar de judíos que conviven en la ciudad.

Siguiendo el calendario del judaísmo, la Pésaj empieza a mediados del mes de Nissan -primer mes del calendario hebreo bíblico- y dura entre siete y ocho días, siendo eminentemente familiar, por lo que no se convocan actos pensados para la participación de otras comunidades.

El rabino de la ciudad, Jacob Levy, valora que es una fiesta “entrañable y familiar” y que se ha ido “perdiendo” la costumbre de que antes en los hogares se ponía una mesa con bebidas y platos típicos y los amigos iban de casa en casa haciendo visitas, prolongándose hasta altas horas de la madrugada.

En una ciudad multicultural como Ceuta las tradiciones vuelven a coincidir en fechas y a poder celebrarse después de dos años de pandemia donde todos estos actos se tuvieron que aparcar de forma temporal.

 

 

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