Faltan unos días para la ejecución y los tribunales ni los fiscales han manifestado que tomarán una decisión sobre el futuro de Melissa Lucio, cuya acusación fue formulada por un fiscal que buscaba la reelección y que después fue acusado por corrupción.
Aunque en reiteradas ocasiones se ha declarado inocente de la muerte de su hija de dos años, una mujer hispana, de 53 años, será ejecutada mediante una inyección letal en Texas, Estados Unidos, el 27 de abril próximo.
A pesar de que aún no se la ha probado que fue la asesina de la bebé, ha sido condenada a muerte por supuestas evidencias, entre ellas, un informe médico señala que, la infante tenía moretones en el cuerpo, una mordida en la espalda y un fuerte golpe en la cabeza que, según el forense, le produjo el deceso. Sin embargo, ella asegura que fueron producto de una caída de una escalera de más de 10 escalones en una casa a la que recién se habían mudado.
Algunas organizaciones de derechos humanos insisten en que la muerte fue producto de un accidente y que todo el proceso estuvo plagado de irregularidades; incluso, algunos miembros del jurado que la juzgaron en el 2008 han aceptado haberse equivocado al declararla culpable, porque nunca conocieron todas las evidencias.
También 80 legisladores de Texas, tanto republicanos como demócratas, se han mostrado favorables a un perdón o, al menos, la extensión del plazo para presentar nuevas evidencias. Para ello enviaron una carta a la Junta de Perdones y Libertad Condicional del estado.
Son tantas las personas y organizaciones, entre ellos miembros del jurado, que están solicitando el perdón de la madre de 14 hijos; dos de ellos, unos gemelos, nacieron en la cárcel y fueron entregados en adopción.
Sin embargo, los oficiales del caso acusaron desde el inicio a Lucio de haber matado a la menor a golpes y uno de los argumentos que usaron es que Melissa reaccionó de una forma muy fría a la muerte de su hija y también durante la declaración.
Faltan unos días para la ejecución y los tribunales ni los fiscales han manifestado que tomarán una decisión sobre el futuro de Melissa Lucio, cuya acusación fue formulada por un fiscal que buscaba la reelección y que después fue acusado por corrupción.
La mujer hispana, que no teme morir, pero sí por sus hijos, espera que alguien se apiade de ella, que se le ofrezca un juicio libre de irregularidades y justo. Si ella afirma que no causó la muerte de su hija, es justo que se investigue concienzudamente y se compruebe que la niña falleció producto de la caída de la escalera dos días después del accidente.