La semana pasada, el Gobierno de Nicaragua, a través del Ministerio de Gobernación, ordenó el cierre de 50 ONG, incluida esas dos de la Compañía de Jesús, bajo el argumento de que incumplieron con las leyes nacionales, lo que fue rechazado por los religiosos.
La Compañía de Jesús lamentó este jueves la ilegalización en Nicaragua de la Asociación Ángelo Giuseppe Roncalli y del Instituto Histórico Centroamericano (IHCA), ambas de los jesuitas, por órdenes del Gobierno del presidente Daniel Ortega.
“La Compañía de Jesús lamenta el cierre del IHCA y de la Asociación Ángelo Giuseppe Roncalli que desde su fundación se han dedicado a procurar que las poblaciones más vulnerables en Nicaragua puedan llegar a tener vida y vida en abundancia”, señalaron los jesuitas en una declaración.
La semana pasada, el Gobierno de Nicaragua, a través del Ministerio de Gobernación, ordenó el cierre de 50 ONG, incluida esas dos de la Compañía de Jesús, bajo el argumento de que incumplieron con las leyes nacionales, lo que fue rechazado por los religiosos.
“Queremos asegurar que tanto el IHCA como la Asociación Ángelo Giuseppe Roncalli, en el ejercicio de su misión al servicio del pueblo nicaragüense, siempre observaron y cumplieron las leyes vigentes en el país y la Constitución Política”, sostuvo la Compañía de Jesús.
“La ética, el profesionalismo y la solvencia moral de ambas instituciones y del personal que en ellas colaboraban está más que comprobada por las personas beneficiarias de sus respectivas misiones”, agregó.
BENEFICIABAN A POBLACIÓN VULNERABLE
El IHCA fue fundado en 1981, durante el primer régimen sandinista (1979-1990), como centro de análisis, comunicación y acción social.
“Por más de cuatro décadas se dedicó a investigar, analizar y dar a conocer la realidad nacional y centroamericana a través de la revista Envío, a acompañar procesos de formación y organización con personas lisiadas de guerra, a formar a la niñez en el desarrollo de liderazgos, a acompañar a los migrantes y sus familiares en la promoción y defensa de sus derechos”, aseguraron los religiosos.
En tanto, la Asociación Ángelo Giuseppe Roncalli nació en 1961 bajo el nombre de Instituto de Investigación y Acción Social Juan XXIII, siendo el primer instituto de la Universidad Centroamericana (UCA), y en agosto de 2015 cambió su nombre al actual.
“Tenía por misión contribuir al ejercicio efectivo del derecho humano de los nicaragüenses a una vivienda digna y a la salud, mediante una gestión sostenible en la construcción de viviendas de interés social y la venta social de medicamentos”, afirmaron los religiosos.
Según la Compañía de Jesús, habían beneficiado a 15.430 personas con 3.875 viviendas en 50 de los 153 municipios de Nicaragua, y a otras 350.000 personas con el programa de salud.
“Ante esta realidad, la Compañía de Jesús desea manifestar que continuará con su misión de acompañar al pueblo nicaragüense”, sostuvo.
HAN SIDO ILEGALIZADAS 187 ONG
En Nicaragua, con el voto de los diputados sandinistas y sus aliados, se han ilegalizado al menos 187 ONG desde diciembre de 2018, 8 meses después de que estallara una revuelta popular —originada por unas controvertidas reformas a la seguridad social— calificada como intento de golpe de Estado por Ortega.
Las últimas 50 ONG, entre ellas las dos de la Compañía de Jesús, fueron anuladas el 4 de mayo pasado.
Según el Gobierno de Nicaragua, las ONG han incumplido con las leyes de la materia, lo cual ha sido rechazado por los afectados.
Entre las organizaciones implicadas, se encuentran ONG que defendían los derechos humanos, otras con causas médicas, feministas, educativas, ambientalistas, periodísticas e indígenas, así como universidades y centros de pensamiento, entre otras.
El Ejecutivo también ha cancelado los registros y números perpetuos de cuatro ONG estadounidenses y seis europeas.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del pasado 7 de noviembre, en las que Daniel Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.