Piensa bien si lo sacas a pasear. Si pones la mano en el suelo y está demasiado caliente como para mantener la mano allí, olvida el paseo. Los perros pueden, sin saberlo, quemarse las almohadillas de las patas con el asfalto o el hormigón.
Cuando el calor y la humedad aumentan, los humanos pueden sufrir una insolación, una condición potencialmente fatal en la que la temperatura de su cuerpo aumenta más allá de un rango saludable.
También les puede pasar a tus mascotas. De hecho, dicen los expertos, los animales pueden ser más susceptibles porque les resulta más difícil refrescarse. (No sudan como los humanos).
Gagandeep Kaur, profesora de medicina veterinaria en la Universidad Occidental de Ciencias de la Salud en Pomona, California, dijo que las clínicas de emergencia en su estado vieron cientos de casos de mascotas con insolación el verano pasado. “No es algo raro”, indicó.
Pero es prevenible. Esto es lo que debes saber:
Ten en cuenta los factores de riesgo. Por lo general, los perros y gatos se sienten cómodos en las mismas temperaturas que los humanos. Pero tus mascotas corren un mayor riesgo de sufrir insolación si son muy mayores, muy jóvenes, tienen sobrepeso o padecen una enfermedad pulmonar o cardíaca.
Los perros con hocicos cortos, como los bulldogs, los pugs y los shih tzus, son particularmente vulnerables porque tienden a sufrir de problemas respiratorios.
Asegúrate de que tengan agua y sombra. Siempre.
Los perros corren más riesgo que los gatos. Los gatos suelen ser mejores para mantenerse frescos pues limitan su movimiento cuando hace calor, dijo Steve Epstein, jefe de servicios de emergencia en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de California, campus Davis.
En la casa de Epstein, en Davis, el aire acondicionado no se enciende hasta que la temperatura alcanza más o menos los 29,4 grados, pero no le preocupa que su gato se enferme, comentó.
Los perros, sin embargo, pueden perseguir a una ardilla o querer salir a caminar, incluso cuando no es seguro para ellos. Epstein dijo que recientemente trató a un perro afectado por insolación que había estado corriendo en un patio trasero cuando hacía un poco más de 32 grados.
Piensa bien si los sacas a pasear. Si pones la mano en el suelo y está demasiado caliente como para mantener la mano allí, olvida el paseo, dijo Epstein. Los perros pueden, sin saberlo, quemarse las almohadillas de las patas con el asfalto o el hormigón.
“Si es incómodo para tu mano, entonces probablemente sea incómodo para sus patas”, dijo. “Están en el paseo y parece que dicen: ‘Me encanta hacer esto’ y, a menudo, no es hasta el día siguiente que vemos la lesión”.
Nunca dejes a tu animal en un automóvil estacionado. “Ni siquiera por un minuto”, advierte la Sociedad Protectora de Animales de los Estados Unidos. Cuando hace 29 grados afuera, la temperatura dentro de un automóvil con las ventanas entreabiertas puede alcanzar los 38 grados en 10 minutos y los 48 grados en media hora, advierte la organización.
Conoce los signos de una insolación. En los humanos, los primeros signos de una insolación son mareos y calambres musculares, que pueden ser difíciles de notar en las mascotas. Por lo tanto, los dueños a menudo no se dan cuenta de que las mascotas están enfermas hasta que colapsan, sostuvo Epstein.
Otros signos en los animales incluyen jadeo intenso, ojos vidriosos, dificultad para respirar, sed excesiva y vómitos.
Moja con una manguera a una mascota insolada. Si crees que tu perro está sufriendo una insolación, mójalo con una manguera lo antes posible, incluso antes de llevarlo al veterinario, aconsejó Epstein.
Si lo haces, limitas el daño a los órganos sobrecalentados y puedes salvar la vida del perro.
“Cuanto antes baje la temperatura de su cuerpo, mejor”, dijo.