Si Musk hablara en serio sobre darle voz a personas que son mucho menos poderosas que él, podría comprometerse a ejercer presión cuando los gobiernos traten de reprimir la libertad de expresión (y alentar al gobierno estadounidense a apoyar a las compañías de internet cuando lo hagan).
Hace mucho tiempo, en la era paleolítica de abril, Elon Musk parecía emocionado de comprar Twitter y declaró que deseaba transformar la plataforma promoviendo la libertad de expresión.
Muchas cosas han pasado desde entonces: Musk afirma que ya no quiere comprar Twitter y la compañía presentó una demanda para obligarlo a continuar el proceso de adquisición. El martes, hubo una audiencia.
El acuerdo todavía podría darse. Exploraré las tres sugerencias sobre qué puede hacer Musk si al final se convierte en el dueño de Twitter y va en serio con lo de expandir los límites de la expresión en línea.
Brindar más transparencia sobre el funcionamiento interno de Twitter
Moderar conversaciones en línea puede ser difícil y Twitter y otras redes sociales cometen errores con cierta regularidad. Los moderadores toman decisiones cuestionables y las personas a veces no saben por qué una publicación fue eliminada o por qué Twitter reaccionó o no.
La libertad y la confianza en línea se incrementarían si las personas tuvieran la oportunidad de ventilar sus quejas y pudieran entender las decisiones que Twitter, Facebook y YouTube toman. Eso requiere de mayor inversión y apertura por parte de Twitter y sus pares para explicar sus decisiones en ocasiones difíciles con respecto a la expresión en línea y de mecanismos más sencillos para que los usuarios apelen esas determinaciones.
Los activistas también han propuesto modificar leyes para asegurar que los periodistas y académicos puedan analizar qué sucede en el interior de sitios como Twitter.
Jameel Jaffer, el director ejecutivo del Instituto Knight de la Primera Enmienda en la Universidad de Columbia, sugirió en Twitter la semana pasada que Musk podría ordenar una auditoría independiente de las políticas y prácticas de la compañía para moderar el contenido.
Transparentar el funcionamiento interno de Twitter no alterará lo que la gente puede o no puede decir en la plataforma. Sin embargo, podría aumentar la confianza del público si hubiera más respuestas a preguntas importantes tales como: ¿los algoritmos de las redes sociales reprimen las opiniones conservadoras? ¿Con qué frecuencia comete equivocaciones Twitter, ya sea al conservar publicaciones que violan sus lineamientos o al quitarlas por error? ¿Cómo es que los sistemas computacionales de Twitter amplifican el contenido político?
Permitir más expresión política
Diversos expertos en expresión en línea me han comentado que Musk podría generar confianza en torno a que Twitter es un lugar que alienta un intercambio vigoroso de ideas, pues garantiza que haya cabida en el sitio para publicaciones de funcionarios electos y candidatos estadounidenses y solo restringe los debates sobre temas políticos en casos extremos.
El desafío es decidir cuándo deben intervenir Twitter y otras plataformas y borrar publicaciones políticas o prohibir el acceso a cuentas. Presenciamos este debate cuando muchas personas creyeron que el entonces presidente Donald Trump y otros funcionarios tenían demasiada libertad para publicar afirmaciones falsas sobre fraude electoral en Twitter antes y después de la elección presidencial de 2020.
No obstante, el Instituto Knight de la Primera Enmienda ha señalado que es importante que las plataformas transmitan una “fuerte presunción a favor de mantener el discurso político” y “respondan de manera mesurada a las violaciones” de las normas comunitarias.
Lo que los expertos indican, en esencia, es que las personas se benefician de evaluar lo que sus líderes electos dicen y de hablar sobre su gobierno y sus políticas, incluso si alguien en las conversaciones incorpora información engañosa o hasta intolerante. Eso no está lejos de lo que las políticas de Twitter estipulan en la actualidad.
La estrategia de no intervenir en el discurso político en línea tiene sus límites. Twitter ha experimentado con añadir información contextual imperfecta pero valiosa a las publicaciones políticas posiblemente engañosas. Además, la mayoría de los expertos en expresión en línea creen que Twitter, Facebook y YouTube estuvieron justificadas en su decisión de expulsar a Trump de sus plataformas después del asalto al Capitolio el año pasado. (Algunos de ellos creen que las suspensiones de sus cuentas ahora deberían anularse).
Desafiar a los gobiernos que restrinjan la expresión de los ciudadanos
En pocas ocasiones, las compañías de internet de Estados Unidos se ven en la necesidad de proteger a personas comunes de la censura, el acoso o la incitación a la violencia en línea por parte de su propio gobierno. No obstante, eso ocurre con regularidad fuera de Estados Unidos.
En ciertos momentos, Twitter ha sido un gran defensor de los ciudadanos que usan el servicio para criticar a sus propios líderes. Este mes, demandó a la India para desafiar la interpretación del gobierno de una ley que restringe las publicaciones relacionadas con las libertades civiles, las protestas y la libertad de prensa. Podría hacer mucho más.
Si Musk hablara en serio sobre darle voz a personas que son mucho menos poderosas que él, podría comprometerse a ejercer presión cuando los gobiernos traten de reprimir la libertad de expresión (y alentar al gobierno estadounidense a apoyar a las compañías de internet cuando lo hagan).
Necesitamos continuar el debate sobre cómo deberían operar los medios de comunicación relativamente nuevos y la persuasión para mejorar nuestra comprensión del mundo.