Muchas jugadoras, particularmente aquellas en las divisiones para deportistas mayores de 60 años, están redescubriendo este deporte después de crecer en un mundo anterior al Título IX, la histórica legislación de igualdad de género que abrió las puertas al deporte para mujeres y niñas.
En todo Estados Unidos, varias generaciones de mujeres se están poniendo las espinilleras y se están atando los cordones de los zapatos para competir en la cancha de fútbol de maneras que no podían hacerlo cuando eran niñas.
El Adult Soccer Fest, en Chattanooga, Tennessee, es uno de los torneos nacionales de fútbol para adultos más antiguos, con divisiones de edad que van desde los 40 años o más hasta los 70 años o más.
Muchas jugadoras, particularmente aquellas en las divisiones para deportistas mayores de 60 años, están redescubriendo este deporte después de crecer en un mundo anterior al Título IX, la histórica legislación de igualdad de género que abrió las puertas al deporte para mujeres y niñas.
Antes de la aprobación del Título IX en 1972 y en los años inmediatamente posteriores, los deportes de niñas se limitaban principalmente a clases de gimnasia o a jugar en equipos de niños, si es que se lo permitían.
Muchas jugadoras que crecieron antes del Título IX descubrieron deportes como el fútbol a través de sus hijos. A medida que se dispararon las tasas de participación de los jóvenes, más mujeres pasaron de estar en la banca a participar en sus propias ligas locales.
“No puedes retroceder en el tiempo”, dijo Mónica Vásquez, quien no estuvo en el Soccer Fest, pero juega en varios equipos en el área de Los Ángeles. “Aunque mi cuerpo tiene 61 años, mi mente se siente como si tuviera 16 o 20 otra vez”.
Sharon Murray, de 74 años, era muy consciente de la falta de igualdad de condiciones para las niñas cuando era joven. “No tenías lo mismo que los niños y lo sentías”, comentó Murray, una maestra jubilada de Antelope, California.
“Los deportes de equipo son realmente divertidos”, dijo Christie Williams, de 68 años, quien estaba en el último año del bachillerato cuando se aprobó el Título IX. Ella comenzó a jugar cuando tenía 40 años, inspirada por sus hijas. “Les abrió esas oportunidades a chicas más jóvenes que yo”, dijo en referencia al Título IX.
Lynn Sims tenía casi 37 años cuando jugó en su primer equipo organizado. “Estaba cautivada por el uniforme”, contó Sims, de 72 años. “Cuando comencé, intenté imitar a los defensas de la NFL porque no tenía otra referencia”.
Algunas jugadoras han encontrado tutoría con sus compañeras de equipo y otras jugadoras, perfeccionando sus habilidades y mejorando su juego juntas.
Contra oponentes más jóvenes, algunas mujeres mayores dicen que notan más habilidad técnica y astucia.
El torneo, organizado por la Asociación de Fútbol para Adultos de Estados Unidos, atrae a multitudes de aficionados, incluyendo a muchas personas que van a ver a las madres y abuelas que las animaban cuando eran más jóvenes.
Las jugadoras comparten nuevos triunfos y fracasos en un deporte que cambió significativamente su equilibrio de género a finales de los años 80 y principios de la década de 1990.
Algunos de estos nuevos vínculos se extienden fuera del campo. “No encuentro algo así en ninguna otra parte de mi vida”, dijo Sherry Knighton, una asistente de vuelo jubilada de 74 años que vive en Sanger, Texas.
