Desde abril de 2018 Nicaragua vive una crisis sociopolítica que en su primer año dejó al menos 355 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El nuevo representante de Colombia en la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Ernesto Vargas, dijo este miércoles que su país condenará las violaciones a derechos humanos en Nicaragua cuando lo vea necesario, pero priorizará la integración de los países americanos.
Preguntado por Efe sobre si votaría en una resolución de condena contra el Gobierno de Daniel Ortega, el diplomático respondió: “Cuando tengamos que hacer un llamado de atención, lo haremos, pero siempre con la idea de lograr la integración de los pueblos de América. Eso para nosotros es una cosa muchísimo más importante”.
La llegada de Vargas a la OEA, que este miércoles intervino por primera vez ante el Consejo Permanente, estuvo rodeada de polémica por su ausencia en una sesión del mes pasado para condenar a Nicaragua por el cierre de ONG y las restricciones a instituciones religiosas en el país.
El Gobierno del nuevo presidente colombiano, Gustavo Petro, explicó que no participó en la sesión por razones estratégicas, humanitarias y “no ideológicas”.
Para Vargas, la postura tomada por el canciller, Álvaro Leyva, que llevó a una amenaza de moción de censura por parte del partido opositor Centro Democrático, “no se trata de manera alguna de cohonestar violaciones a derechos humanos”.
Desde abril de 2018 Nicaragua vive una crisis sociopolítica que en su primer año dejó al menos 355 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La crisis se agudizó en noviembre pasado, con la reelección de Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, con siete rivales de la oposición en la cárcel y dos en el exilio, tras lo cual se desató una segunda ola de cientos de miles de migrantes hacia el exterior.