Tras dos años suspendido por la pandemia, el FIFM ha vuelto de nuevo la mirada al cine en hindi después de hacerlo en seis de sus ediciones anteriores, tal y como recordó en la inauguración su directora, Mélita Toscan du Plantier.
El Festival Internacional de Cine de Marrakech (FIFM) desplegó este viernes su alfombra roja con una gala “bollywoodiense” en homenaje a la estrella del cine indio Raanver Singh, que da comienzo a nueve días del mayor evento del séptimo arte del continente africano.
Tras dos años suspendido por la pandemia, el FIFM ha vuelto de nuevo la mirada al cine en hindi después de hacerlo en seis de sus ediciones anteriores, tal y como recordó en la inauguración su directora, Mélita Toscan du Plantier.
Y es que mientras estos largometrajes de música y color pasan casi inadvertidos al otro lado del Mediterráneo, en Marruecos mueven ríos de espectadores, que se aprenden de memoria sus canciones en su idioma original.
Por eso Singh, uno de los actores más cotizados de Bollywood, con una energía arrolladora que mostró nada más pisar la alfombra roja de Marrakech y supuso el momento más luminoso de la ceremonia, levanta pasiones en Marruecos.
Con solo 37 años, ya tiene a sus espaldas dos premios Filmfare al mejor actor, varios éxitos taquilleros y una imagen provocadora que busca romper moldes.
Esta noche, en Marrakech, Singh se salió también del guión en el escenario del Palacio de Congresos antes de recoger su premio, vestido con un explosivo y brillante conjunto de chaqueta larga y pantalón burdeos con flores doradas y zapatos a juego.
“(El discurso) está todo escrito aquí, pero no lo voy a mirar. Os pido permiso para hablar desde el corazón hoy”, dijo tras recorrer de punta a punta el escenario, saludar al jurado y disponerse a hablar en el atril.
“Me dijeron: los marroquíes adoran las películas indias, deberías ir a verlo por ti mismo. Y aquí estoy. Es abrumador, estoy muy orgulloso de ser un embajador cultural representando al cine indio”, añadió.
Tras leer, entre risas, las primeras líneas de su discurso escrito, el actor se giró al presidente del jurado, Paolo Sorrentino, sentado junto al resto de sus miembros en un sofá corrido: “Creo que la vida está llena de sufrimiento, ¿no diría eso señor Sorrentino?”.
Frente a ese dolor, continuó Singh, su “llamada como artista”, dijo, es “iluminar las vidas de la gente en esta existencia agonizante que es la vida”.
“¡Buenas noches y buenas películas!”, exclamó la estrella de Bollywood antes de abandonar el escenario y dar paso a la película proyectada tras la gala, la última cinta del mexicano Guillermo del Toro, “Pinnochio”, una adaptación animada del clásico cuento infantil.
Del Toro no pudo finalmente asistir a Marrakech, pero dirigió un mensaje grabado a la audiencia deseando poder formar parte del jurado del festival el año que viene o el siguiente.
El FIFM busca ser un trampolín de directores noveles, una plataforma para los futuros cineastas africanos y un espacio que acerca el séptimo arte a los marroquíes.
En esta 19ª edición rendirá homenajes a primeros espadas de cuatro continentes. Además de Singh, hasta el 19 de noviembre también habrá tributos al director estadounidense James Gray, la actriz escocesa Tilday Swinton y la pionera directora marroquí Farida Benlyazid.
Otras personalidades de la industria cinematográfica pasarán por su espacio “Conversations with” (Conversaciones con), donde el público se acercará al director estadounidense Jim Jarmusch, al actor británico Jeremy Irons o al director iraní Ashgar Farhadi.
Catorce películas concursan este año en su competición oficial, todas óperas primas o segundas cintas de directores, siguiendo así el objetivo de la cita: descubrir nuevos talentos del cine mundial.
Compiten por el galardón cintas de América Latina (Brasil y México), Europa (Francia, Portugal y Suiza), Marruecos, Somalia, Siria, Túnez, así como Australia, Canadá, Irán, Indonesia y Turquía.
En total, en la ciudad más turística de Marruecos se podrán ver 76 largometrajes en cuatro salas y también proyectados sobre una gran pantalla en la mítica plaza de Jemaa El Fna, donde en la noche inaugural los marroquíes pudieron cantar y bailar con Singh al ritmo de su película “Bajirao Mastani”.