Desde el inicio de la pandemia, la celebración de los Nobel ha vivido dos años atípicos. En 2020, una inusual ceremonia por televisión, con un solo presentador y sin público, mostró cómo los premiados recibían las medallas en sus países de origen.
Tras dos años de ausencia debido a la pandemia de covid-19, los ganadores del Premio Nobel regresan hoy a Estocolmo para recibir sus medallas de manos de Carlos Gustavo de Suecia. En esta ocasión, en el escenario de la Sala de Conciertos de la capital solo habrá dos mujeres frente a nueve hombres.
La ceremonia de entrega de galardones recuperará así, a partir de las 16.00 horas (15.00 GMT), todas sus tradiciones para entregar los nobeles de Medicina, Física, Química, Economía y Literatura.
El Nobel de la Paz se dará en Oslo a las 13.00 horas (12.00 GMT) al encarcelado activista bielorruso Ales Bialiatski y a las organizaciones rusa Memorial y la ucraniana Center for Civil Liberties “por el derecho a criticar al poder” y “denunciar crímenes contra la humanidad”.
Annie Ernaux, nobel de Literatura, y Carolyn Bertozzi, una de los tres ganadores de Química, son las únicas mujeres en lograr el galardón este año.
Entre los premiados estará el químico estadounidense Barry Sharpless, que a sus 81 años será la segunda vez que reciba un Nobel; la primera fue en la misma categoría en 2001.
El paleogenetista sueco Svante Pääbo continuará una saga de galardonados, pues ha logrado el nobel de Medicina, el mismo que recibió su padre, Sune Bergström, en 1982.
La llamada química del click, más fácil y limpia; los avances en física cuántica; el estudio de los bancos y de las crisis financieras; el descubrimiento de genoma de homínidos extintos, y la sutileza de la mirada de Ernaux sobre la memoria son los hechos que este año han supuesto los “mayores beneficios para la Humanidad”, como dejó escrito en su testamento Alfred Nobel.
Desde el inicio de la pandemia, la celebración de los Nobel ha vivido dos años atípicos. En 2020, una inusual ceremonia por televisión, con un solo presentador y sin público, mostró cómo los premiados recibían las medallas en sus países de origen.
El año pasado se volvió a la Sala de Conciertos de Estocolmo para un acto con una presencia mínima de asistentes y presidida por el rey Carlos Gustavo y la reina Silvia, aunque los galardonados volvieron a estar en sus países.