Renunciaron dos ministros peruanos por "desproporcionada" respuesta a las protestas

Renunciaron dos ministros peruanos por "desproporcionada" respuesta a las protestas
Heridos son atendidos en el hospital regional de Ayacucho tras una jornada de protestas, el 16 de diciembre de 2022, en Ayacucho (Perú). EFE/ Miguel Gutiérrez.

Perú vive una crisis que alcanzó su pico tras el fallido autogolpe del expresidente Pedro Castillo el pasado 7 de diciembre, que desembocó en su destitución por el Congreso.

Los ministros peruanos de Educación, Patricia Correa, y de Cultura, Jair Pérez, renunciaron este viernes a sus cargos seis días después de asumirlos por la “desproporcionada” respuesta a las manifestaciones antigubernamentales en las que han fallecido 18 personas, diez de ellas en las últimas 24 horas.

“Esta mañana he presentado mi carta de renuncia al cargo de ministra de Estado en la cartera de educación. La muerte de connacionales no tiene justificación alguna. La violencia de Estado no puede ser desproporcionada y generadora de muerte”, escribió Correa en Twitter, donde compartió la carta enviada a la presidenta Dina Boluarte.

Por su parte, Pérez envió otra misiva -difundida en medios locales- en la que sostiene que “los lamentables sucesos acontecidos en el país tienen como saldo la irreparable pérdida de hermanos y hermanas hacen insostenible” su permanencia en el gobierno.

En su misiva, Correa explica que las circunstancias que lo llevaron a aceptar el cargo “han sido la de garantizar el derecho a la educación de todos los estudiantes peruanos, lo que compromete el futuro de la república, dentro de los marcos democráticos e institucionales”.

“Nuestro país enfrenta una crisis política de grandes dimensiones que demandan convicciones democráticas, respeto al orden y a la vez a la integridad física y la vida de cada ciudadano peruano, que, lamentablemente, se han visto vulneradas en las últimas horas”, destacó.

Al respecto, consideró que Perú debe tener “la responsabilidad de encontrar el rumbo” que conduzca a “un futuro viable a todos los peruanos y peruanas”.

Perú vive una crisis que alcanzó su pico tras el fallido autogolpe del expresidente Pedro Castillo el pasado 7 de diciembre, que desembocó en su destitución por el Congreso.

Su vicepresidenta, Dina Boluarte, asumió la jefatura de Estado, lo que derivó en protestas que se multiplicaron este domingo. Desde esa jornada, 18 personas han fallecido, diez de ellas desde el jueves, cuando comenzó a aplicarse un estado de emergencia que, entre otras cosas, autoriza a las Fuerzas Armadas a intervenir en apoyo de la Policía.

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