Americanas, gigante minorista brasileño, solicita el concurso de acreedores

Americanas, gigante minorista brasileño, solicita el concurso de acreedores
Una señora mira productos en un mercado de Río de Janeiro (Brasil). LEFE/Antonio Lacerda

Americanas, una de las mayores empresas de comercio minorista de Brasil, solicitó este jueves, con carácter urgente, acogerse a la ley de quiebras del país, tras identificar un agujero contable de cerca de 20.000 millones de reales (unos 3.850 millones de dólares).

La compañía presentó la petición de recuperación judicial ante la Justicia de Río de Janeiro y declaró tener deudas por valor de “aproximadamente 43.000 millones de reales (unos 8.250 millones de dólares)”, según informó en un comunicado remitido al mercado financiero.

En la nota, afirmó que solicita el concurso de acreedores para “proteger a la compañía de los efectos ocasionados” por el hallazgo de graves inconsistencias en operaciones de financiamiento de compras que no fueron reflejadas correctamente en la cuenta de proveedores.

El millonario agujero contable se dio a conocer el pasado 11 de enero y provocó la renuncia de su presidente, Sérgio Rial, y del director de Relaciones con los Inversores, André Covre.

Desde entonces, el valor de mercado de Americanas se ha desplomado en la bolsa de Sao Paulo, con impactos negativos en la cotización de sectores como la banca, tanto pública, como privada, pues podrían verse expuestos ante la delicada situación financiera de la firma.

Solo este jueves, las acciones de Americanas caían en torno a un 20 % en el Ibovespa, índice referencia del parqué, después de informar que tiene 800 millones de reales (154 millones de dólares) en caja y que estudiaba la posibilidad de acogerse a la ley de quiebras para evitar la bancarrota, lo que se concretó horas después.

Americanas dijo que “seguirá esforzándose para brindar un amplio servicio a la población”, llevando productos “a sus 53 millones de clientes” y aseguró que “pretenden mantener la liquidez de la compañía en niveles que permitan el buen funcionamiento” de todas sus tiendas, así como de su canal digital.

Antes de acogerse a la ley de quiebras, la crisis de Americanas ya estaba en manos de los tribunales, ya que parte de los acreedores solicitaron el embargo previo de bienes de la empresa para reducir daños, bajo acusaciones de “fraude” contra los directivos de la cadena.

Sin embargo, el pasado viernes, el Tribunal de Justicia de Río de Janeiro concedió a Americanas una medida de tutela cautelar que le protegía de sus acreedores por 30 días.

Ese fallo daba un mes a la empresa para presentar la petición de recuperación judicial y al mismo tiempo suspendía todas sus obligaciones financieras durante ese plazo.

Con todo, el banco BTG Pactual, uno de los mayores acreedores, recurrió esa decisión ante la Justicia y consiguió suspenderla, además de asegurarse el bloqueo de 1.200 millones de reales (230 millones de dólares) de la empresa para garantizarse el pago de deudas.

Parte del capital de Americanas está en manos de fondos estadounidenses como Capital Group (9,91 %), TIAA Cref (6,05 %) y Blackrock (5,05 %).

La empresa cuenta con 3.601 tiendas físicas en Brasil y en los últimos años ha realizado una apuesta creciente por el comercio electrónico.

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