El vestido es un traje de noche en seda de terciopelo de color berenjena de estilo “infanta” y con una falda voluminosa en forma de tulipán, diseñado por Victor Edelstein, quien fuera modisto de Lady Di durante casi una década.
Uno de los vestidos favoritos de la Princesa Diana de Gales, con el que apareció retratada en la revista Vanity Fair en 1997 poco antes de fallecer, se vendió este viernes por algo más de 600.000 dólares en una subasta celebrada en Nueva York por la casa Sotheby’s.
La prenda desencadenó una intensa puja y terminó por superar todas las expectativas, pues tenía un precio estimado de entre 80.000 y 120.000 dólares.
Al final, el ganador pagó un precio de martillo de 480.000 dólares, que con tasas e impuestos eleva el monto final a 604.800 dólares.
El vestido es un traje de noche en seda de terciopelo de color berenjena de estilo “infanta” y con una falda voluminosa en forma de tulipán, diseñado por Victor Edelstein, quien fuera modisto de Lady Di durante casi una década.
Antes de la subasta, la directora global de arte y objetos de Sotheby’s, Christina Prescott-Walker, destacó a EFE que el vestido fue seleccionado para el armario de Diana porque “personifica” su elegancia y quedó “inmortalizado para siempre” en un retrato real junto al rey Carlos pintado en 1991 por Lord Snowdon.
También fue el vestido que lució en una sesión de fotos con el reconocido Mario Testino para Vanity Fair en 1997 y posteriormente formó parte de una subasta de su colección personal de 80 vestidos en beneficio de la lucha contra el SIDA, una de las causas que más le apasionaban.
El vestido se vendió como parte de una amplia subasta llamada “The One”, que incluyó artículos representativos de la historia de la humanidad, desde antigüedades hasta una camiseta de LeBron James que recaudó 3,68 millones de dólares o una entrada al cumpleaños del presidente John F. Kennedy de 1962 por la que se pagaron 94.500 dólares.
La pasada semana, Sotheby’s había subastado en Londres otra conocida pieza lucida por la princesa Diana, la cruz de Attallah, que adquirió la empresaria y modelo estadounidense Kim Kardashian por casi 200.000 dólares.