El presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada, Rubén M. Castillo Gill, hizo una radiografía en el Pleno de la Asamblea Nacional, el lunes 30 de enero, de la situación que afronta Panamá y mencionó los respectivos aportes del sector privado.
El Consejo Nacional de la Empresa Privada (CoNEP), por intermedio de su presidente Rubén M. Castillo Gill, tuvo la oportunidad de abordar una serie de temas nacionales y particulares del sector privado, ante el Pleno de la Asamblea Nacional, el pasado 30 de enero de 2022.
Entre los planteamientos esbozados por el presidente Castillo Gill estuvieron, entre otros: importancia del Órgano Legislativo para el desarrollo institucional; trascendencia vital de la empresa privada en futuro generoso; campaña desleal contra la empresa privada de parte de algunos promotores de utopías regresivas; imprescindible un pacto nacional que considere temas importantes, tales como la educación y la salud; déficit del IVM; y propuesta para volver a poner en marcha la mesa por la reactivación económica.
Asimismo, destacó la relevancia de una gran reforma de la administración pública; prestar atención a las consideraciones de las calificadoras de riesgo; básica la existencia de la seguridad jurídica; debate del anteproyecto de ley para modificar el Código Procesal Civil; es fundamental que surja un instrumento legal que, efectivamente, persiga los bienes mal habidos y a las mafias que tanto daño le hacen a nuestra sociedad; espera en que el torneo electoral sea ejemplo de civismo y una contienda basada en ideas; hay que cuidar la democracia y, finalmente, el CoNEP se comprometió a mantener activamente su participación en el devenir nacional.
A continuación, el texto completo del discurso pronunciado por el titular del CoNEP, Rubén M. Castillo Gill, en esta ocasión en la Asamblea Nacional:
“Agradecemos cumplidamente la cortesía de sala que ha otorgado la Asamblea Nacional, al Consejo Nacional de la Empresa Privada, vigoroso representante del sector empleador de Panamá.
En todo sistema democrático, el Órgano Legislativo es vital para el desarrollo institucional. Tiene que ser el foro donde se debata con racionalidad las leyes que sirven de fundamento a políticas públicas para promover el imprescindible desarrollo social y económico de la nación.
CoNEP valora el acuerdo que suscribimos en julio de 2021, con este órgano del Estado, ya que nos permite cumplir con nuestras obligaciones ciudadanas, aportando ideas a las deliberaciones que se realizan al tratar los proyectos de ley que se debaten en esta cámara.
Tenemos que afirmar que sin empresa privada es imposible un futuro generoso. La creatividad y el espíritu emprendedor, asentados en la libertad, constituyen la base del progreso. La historia universal demuestra claramente que, a través de la iniciativa privada, se desarrollan las fuerzas productivas, se ofrecen nuevos y mejores bienes y servicios y lo más importante, se generan empleos y alentadoras oportunidades para toda la sociedad.
La empresa privada es, fundamentalmente, la expresión del esfuerzo de las micro, pequeñas y medianas empresas que constituyen cerca del 90 % de la actividad económica de la nación. Siendo esto así, es importante que se afinen las políticas que faciliten y estimulen su actividad.
Algunos promotores de utopías regresivas, adversarios empedernidos de la razón, han desatado una campaña que absurdamente desdeña el papel de la empresa privada a sabiendas de que la libertad económica pavimenta el camino hacia el desarrollo.
Panamá es un país con múltiples oportunidades. El turismo, la industria, el sector agropecuario, la construcción, las actividades logísticas, la reforestación, entre otras, deben potenciarse. Para ello, todos tenemos que trabajar en una agenda que estimule la competitividad del país, construya un Estado austero que sea facilitador de la actividad económica y que haga que las instituciones pongan en el centro de su gestión al ciudadano.
Nuestros problemas no se resolverán con pócimas ideológicas ni con posiciones extremas que evitan el entendimiento. CoNEP ha planteado reiteradamente que es imprescindible un pacto nacional que considere temas importantes tales como la educación y la salud.
Ese pacto tiene que suponer que los panameños hagamos un esfuerzo patriótico por llegar a acuerdos, sin que el debate sea un lamentable itinerario de descalificaciones o un monólogo ideológico sin sustancia.
El mundo de hoy, marcado por el vertiginoso desarrollo tecnológico, requiere que, de una vez por todas, tengamos una educación que se conecte íntimamente con esta realidad.
Es fundamental que resolvamos el tema de las infraestructuras escolares, el nivel de calidad de la educación y, además, que se produzca el compromiso que evite que existan nuevas paralizaciones del proceso de enseñanza.
Durante la pandemia y luego, por otras circunstancias, nuestros estudiantes perdieron muchos días de clase, lo cual ha dejado una marca negativa en su formación. No podemos continuar con esta macabra dinámica que afecta el futuro de nuestros jóvenes y por supuesto del país.
La educación debe hacer énfasis en la lógica y la ciencia, además de los principios éticos que orientan al buen ciudadano. Es importante que se promueva la cultura y que ésta haga que el orgullo nacional sea un disparador del esfuerzo y el ánimo de lograr objetivos superiores.
Es una verdad definitiva que la educación es la única forma de garantizar la igualdad de oportunidades y la vía más directa para combatir la pobreza de manera sostenible. Como país tenemos que asumir los retos que enfrentamos.
El tema del déficit del programa de invalidez, vejez y muerte debe ser tratado con determinación y entereza. Seguir el absurdo camino de la dilación es inaceptable y por ello es urgente que se reactive el diálogo que se planteó para obtener soluciones en el menor tiempo posible.
CoNEP ha hecho planteamientos para el debate. No pretendemos imponer ninguna idea, pero si debatirlas sin precondiciones. Si no actuamos con decisión, no sólo pondremos en peligro a la Caja de Seguro Social, sino que también se afectará la estabilidad económica del país.
Por otro lado, creemos que es importante una gran reforma de la administración pública que haga que la misma sea más eficiente, más transparente y que estimule y facilite la actividad económica.
La burocracia excesiva conspira contra el desarrollo de Panamá y es predisponente de múltiples irregularidades. Avanzar en la digitalización de todas las actividades del Estado es fundamental para ser más competitivos. Eliminar trámites innecesarios y reducir la discrecionalidad, debe ser un objetivo cardinal.
Proponemos que la mesa por la reactivación económica, que se instaló luego de que se declarara la pandemia del COVID 19, se mantenga para articular los planteamientos que ayuden a hacer más eficiente al país.
Panamá debe prestar atención a las consideraciones de las calificadoras de riesgo. Mantener nuestro grado de inversión es imprescindible en la estrategia por avanzar hacia una mejor sociedad.
Otro elemento importante, es la existencia de la seguridad jurídica. El país debe mejorar su sistema de justicia, a fin de que se garantice su imparcialidad, integridad y transparencia. La ley debe aplicarse sin dobleces. Es menester que la justicia sea expedita, ya que la mora judicial es perniciosa y afecta el objetivo de proteger la paz social.
Creemos que el debate del anteproyecto de ley para modificar el Código Procesal Civil, debe ser discutido a profundidad para que, luego de las consideraciones correspondientes, logremos el objetivo de la celeridad judicial, eliminando trámites enrevesados, pero preservando las garantías propias del Estado de derecho.
En cuanto al proyecto de ley de extinción de dominio ratificamos que es fundamental que surja un instrumento legal que efectivamente persiga los bienes mal habidos y a las mafias que tanto daño le hacen a nuestra sociedad.
Creemos que la discusión de este proyecto de ley, debe tomar en cuenta el derecho a la defensa y el sentido de que nunca se utilizará para la persecución que vulneren derechos. A nuestro juicio, omitir o postergar el debate no es un camino saludable.
En otro orden de ideas, se acerca el torneo electoral. Fervientemente esperamos que el mismo sea ejemplo de civismo y una contienda basada en ideas y no encuentro donde impere el espíritu prebendario y los intereses inconfesables.
Debemos cuidar nuestra democracia. Hay que utilizar todas las medidas legales para evitar que el delito la secuestre.
Quienes salgan electos, deben saber que tienen actuar con probidad y rectitud. Deben guiarse por la constitución, siempre con el ánimo cierto de hacer lo mejor por la patria, independientemente del sector político al que pertenezcan.
CoNEP se compromete a mantener activamente su participación en el devenir nacional. Estimamos que es importante que exista un ejercicio ciudadano activo y vigoroso. Eso permitirá la conveniente auditoría social que garantiza un mejor ejercicio del poder.
Reiteramos nuestro agradecimiento a la Asamblea Nacional. Fortalecer a la democracia y a las instituciones públicas, es tarea de todos. Hagamos que prevalezca el espíritu de nación.
Tenemos que transitar este período histórico, con la convicción de que, a pesar de cualquier diferencia, los panameños podemos entendernos”.