Desde el 4 de febrero, cuando Estados Unidos derribó un globo de vigilancia chino de grandes dimensiones que, según informes, estaba volando a una altitud de apenas 19 kilómetros conforme cruzaba América del Norte, funcionarios federales han buscado mejorar los radares y los rastreadores atmosféricos.
Estados Unidos va a necesitar muchos misiles si quiere que sus aviones de combate derriben cada globo a la deriva que detone una alerta de radar en el espacio aéreo estadounidense.
Paul Fetkowitz, presidente de Kaymont Consolidated Industries, un fabricante de globos de gran altitud en Melbourne, Florida, comentó: “En cualquier momento dado, miles de globos” están sobre la Tierra, incluyendo muchos usados en Estados Unidos por agencias gubernamentales, fuerzas militares, investigadores independientes y personas para quienes es un pasatiempo.
Fetkowitz y otros expertos afirman que esta flotilla podría explicar los orígenes de lo que John Kirby, un vocero del Consejo Nacional de Seguridad, llamó “objetos que se mueven lento a gran altitud con una pequeña sección identificable por radar” y que se derribaron sobre Estados Unidos y Canadá en días recientes.
Desde el 4 de febrero, cuando Estados Unidos derribó un globo de vigilancia chino de grandes dimensiones que, según informes, estaba volando a una altitud de apenas 19 kilómetros conforme cruzaba América del Norte, funcionarios federales han buscado mejorar los radares y los rastreadores atmosféricos para que puedan revisar más de cerca el espacio aéreo de la nación. Expertos en globos aseguran que la mejora podría generar una ola paralizadora de falsas alarmas.
El viernes, aviones de caza en aguas sobre Alaska dispararon contra un objeto del tamaño de un auto pequeño que un funcionario del Departamento de Defensa de Estados Unidos declaró que probablemente era un globo. Al día siguiente, un avión F-22 estadounidense atacó un objeto cilíndrico sobre el territorio del Yukón en Canadá que era más pequeño que el dispositivo de vigilancia chino. El domingo, una estructura octagonal con cuerdas que colgaban de ella y sin ninguna carga evidente recibió impactos sobre el lago Hurón. Apareció por primera vez sobre Montana días antes.
Kirby indicó que esos tres objetos representaban amenazas a la aviación civil, pero no transmitían señales de comunicación.
Sobre los abatimientos recientes y el esfuerzo de mejorar el rastreo, Terry Deshler, profesor emérito de Ciencia Atmosférica en la Universidad de Wyoming, manifestó: “Esto es totalmente impactante”.
Agregó: “Durante años, no se escuchaba nada sobre globos. Ahora, estamos atentos a cualquier tipo de objeto volador”.
Fetkowitz señaló que a él le preocupaba que los funcionarios gubernamentales en Washington no se dieran cuenta de la cantidad de globos de gran altitud que ahora saturaban el cielo estadounidense. Sobre las actividades militares y civiles, opinó: “Hay una preocupación de que la mano derecha no sepa lo que está haciendo la izquierda”.
Cada año, tan solo el Servicio Nacional de Meteorología lanza alrededor de 60.000 globos de gran altura, según asevera la agencia. Se elevan hasta la estratósfera, una capa de la atmósfera del planeta que se extiende hasta una altura de cerca de 50 kilómetros. Los globos usados por el servicio de meteorología están diseñados para ascender más de 30 kilómetros (una altitud mucho mayor a la alcanzada por cualquiera de los cuatro objetos detectados en los últimos diez días).
Y luego está la NASA, que opera un programa desde Palestine, Texas, el cual ha lanzado más de 1,700 globos grandes a través de los años en misiones científicas que pueden durar meses. Los globos ascienden hasta 35 kilómetros y las cargas pesan hasta 4 toneladas, casi tres autos pequeños. Algunos llevan sensores que exploran la salud de la capa de ozono, la cual protege a los seres vivos de los rayos ultravioleta del Sol.
Expertos en la industria de los globos afirmaron que DARPA, la agencia de defensa hermética a cargo del desarrollo de tecnología avanzada, estaba experimentando con una clase nueva de globos de larga duración para uso en el campo de batalla que actuarían como retransmisores de comunicación. Sin embargo, Randolph Atkins, un portavoz de la agencia, precisó que ni él ni su jefe tenían conocimiento de ningún proyecto así.
Estados Unidos no es la única nación que utiliza globos con frecuencia. Muchos de los 193 Estados miembros y territorios de la Organización Meteorológica Mundial, con sede en Ginebra, suelen enviar globos estratosféricos en grandes cantidades, algunos diseñados para misiones a largo plazo que recolectan datos de todo el mundo.
Fetkowitz afirmó que la gama de diferentes globos y programas “es infinita”.
Asimismo, puntualizó que los globos meteorológicos lanzados por el Servicio Nacional de Meteorología están diseñados para reventar en su punto más alto y romperse en fragmentos finos que no ponen en peligro a la vida silvestre que habita debajo. Sin embargo, agregó que algunos no estaban inflados por completo y nunca volaban tan alto como para estallar, por lo que podían vagar sin rumbo con los vientos.
Explicó: “Un globo lanzado en Denver podría aterrizar en Nueva Jersey”.
No todos los globos se emplean para propósitos estrictamente científicos o comerciales. Un extraño evento ocurrió cuando un cliente usó uno de los globos de su compañía para lanzar un dispositivo que reproducía a alto volumen el álbum “The Dark Side of the Moon” de Pink Floyd. Fetkowitz relató que otro globo llevó el juguete de Thomas y sus amigos de un niño a alturas estratosféricas.
“Sí investigamos a nuestros clientes. Hemos rechazado a algunos. No queremos hacer negocios con un tipo que quiere enviar una pistola a volar por los aires”, concluyó.