Además de los judíos residentes en Israel, se espera que alrededor de 60.000 turistas entren en el país para las fiestas, inyectando alrededor de 340 millones de shekels (unos 95 millones de dólares) en la economía, según el Ministerio de Turismo israelí.
La población judía de Israel comienza este miércoles su celebración de Pésaj, la Pascua judía, para conmemorar su liberación del Egipto faraónico, en medio de un grave repunte de violencia que incluyó fuertes enfrentamientos entre musulmanes y fuerzas israelíes en la mezquita de Al Aqsa.
Además de los judíos residentes en Israel, se espera que alrededor de 60.000 turistas entren en el país para las fiestas, inyectando alrededor de 340 millones de shekels (unos 95 millones de dólares) en la economía, según el Ministerio de Turismo israelí.
Decenas de sitios y atracciones turísticas en Israel estarán abiertos gratuitamente para el público en general durante la celebración, que se extiende una semana hasta el 12 de abril, añadió.
Sin embargo, la Pascua judía coincide este 2023 por segundo año consecutivo con el mes sagrado musulmán de Ramadán, una época en la que suele recrudecerse el conflicto palestino-israelí.
Este miércoles la tensión escaló cuando estallaron enfrentamientos entre musulmanes y fuerzas israelíes en la mezquita de Al Aqsa, ubicada en la Explanada de las Mezquitas de la Ciudad Vieja de Jerusalén este, ocupado.
Esta explanada es el lugar más sagrado para el judaísmo y el tercero para el islam, y suele ser epicentro del conflicto palestino-israelí.
Esta madrugada, grandes grupos de fieles musulmanes que querían pasar la noche dentro de la mezquita de Al Aqsa se enfrentaron con fuerzas israelíes que los desalojaron a la fuerza, dejando un saldo de unos 25 heridos y cientos de detenidos.
Posteriormente milicias palestinas lanzaron cohetes desde la Franja de Gaza, que Israel respondió con bombardeos.
No se registraron heridos por este intercambio de fuego, pero el conflicto palestino-israelí vive uno de sus comienzos de año más sangriento, con más de cien muertos -en su inmensa mayoría palestinos- en lo que va de 2023.
Uno de los elementos más emblemáticos de la Pascua judía es la prohibición de los productos con levadura. La mayoría de los supermercados retiró el acceso a los estantes donde usualmente ofrece productos como pan, galletas, cerveza, harinas, o cereales.
En sus casas, los judíos religiosos se deshacen hasta de la última miga de pan antes de iniciar la celebración y algunos queman en hogueras los restos de productos con levadura.
El pan convencional es reemplazado durante una semana por el pan ázimo o “matzá”, hecho con agua y harina pero sin levadura, y que se come en recuerdo del que llevaban consigo los judíos que huyeron por el desierto y que, al salir a toda prisa de Egipto, no tuvieron tiempo de dejar que fermentara.
La celebración dará comienzo con la cena ceremonial de hoy, “seder” en hebreo, que sigue varias tradiciones como un lavado de manos de manera ritual, el consumo de cuatro copas de vino y la lectura de la Hagadá, libro que recopila el relato bíblico del éxodo de los judíos de Egipto hace más de 3.000 años tras más de 200 como esclavos y los 40 años que tardaron en cruzar el desierto hasta llegar a la tierra prometida.