Aranda de Duero, el centro del país, revivió la ‘Bajada del Ángel’, con la que se anuncia la Pascua de Resurrección, una ceremonia de hace varios siglos y llena de emoción que congregó a gran cantidad de personas.
Los cristianos españoles celebraron este Domingo de Resurrección con centenares de procesiones, ritos y tradiciones, como la llamada quema del judas, para conmemorar que Jesús ha vencido a la muerte, después de un Jueves y un Viernes Santo de fervor intenso.
Aranda de Duero, el centro del país, revivió la ‘Bajada del Ángel’, con la que se anuncia la Pascua de Resurrección, una ceremonia de hace varios siglos y llena de emoción que congregó a gran cantidad de personas.
Una niña de cinco años encarnó la figura de un ángel que, suspendido en el aire, retira el velo de luto a la Virgen y le anuncia que Jesús ha resucitado.
Los vecinos de Alfaro volvieron a quemar los judas, medio centenar de muñecos colgados por las calles que representa el mal y a personajes, algunos de la política, que han tenido un comportamiento “reprochable” durante el último año.
“Judas fue un traidor y por eso se merecía este final, y nosotros también queremos quemar lo malo del año en el Domingo de Resurrección para dar paso a cosas mejores”, justificó la concejal Carmen Ovejas.
Las procesiones del Encuentro entre el Resucitado y María se sucedieron por todo el país, muchas de ellas a primera hora del día.
Después de una misa multitudinaria para recordar a los difuntos, la del Santo Cristo Resucitado de Logroño, norte, partió del cementerio, cruzó el puente de piedra sobre el río Ebro y llegó al casco antiguo de la ciudad.
Y la Semana Santa terminó en Madrid con la tradicional gran tamborrada de la plaza Mayor.