“La magnitud de la evasión es espantosa”, considera el informe.
La ciudad de Nueva York registró en 2022 una cifra récord de 690 millones de dólares (644 millones de euros) en impagos de billetes de metro y autobús y otros medios públicos de transporte, según un informe de la Autoridad Metropolitana del Transporte (MTA) que se divulgó este lunes.
El informe, encargado a unos expertos independientes por la MTA, se confeccionó en mayo, aunque hoy salió a la luz, y subraya la facilidad con que miles de personas se cuelan diariamente en vagones de metro y autobuses sin ser siquiera molestados por los conductores ni los agentes de seguridad.
El autobús es el medio de transporte con más evasores, pues supusieron una cantidad de 315 millones en impagos, por delante del metro (285 millones), las autopistas (46 millones) y los trenes de cercanías (44 millones).
La MTA tiene un presupuesto anual de 4.600 millones, del que un 24 % depende del dinero recolectado en las taquillas de billetaje de metro, autobús y metro, mientras que el peaje en autopistas aporta teóricamente un 13 % de esa cantidad.
“La magnitud de la evasión es espantosa”, considera el informe, y describe cómo un número cada vez más creciente de personas “se siente autorizado a evadir el pago”; así, cita testimonios anónimos de jóvenes que dicen sentirse “poderosos” al colarse en el metro, o el de otro que dice “sentirse como un zoquete por pagar un billete que los demás no pagan”.
Si en las estaciones de metro las personas se cuelan sin el menor disimulo saltándose los tornos de entrada, y lo mismo sucede en el autobús usando las puertas traseras, en los peajes de autopistas -que funcionan con una máquina que fotografía cada matrícula que pasa y luego envía la factura por correo al titular- la evasión es un poco más sofisticada: el evasor tapa o emborrona la placa para dificultar su lectura.
El informe, de más de 120 páginas, clasifica a los evasores en cinco grupos: los oportunistas, los frustrados, los que pasan estrecheces económicas, los estudiantes y los “obstinados”, inmunes a cualquier medida.
Básicamente, aconseja una estrategia de lucha contra la evasión basada en cuatro ejes paralelos: medidas educativas, uso de nuevas tecnologías de control de entradas que hagan más sencillo el pago, un refuerzo de los sistemas de control y una aplicación equitativa de esas medidas de control en todos los barrios neoyorquinos.
Una de las herramientas que maneja la MTA para hacer frente al déficit crónico de sus arcas es subir el importe de los billetes individuales, de los 2,75 dólares por billete individual a los 2,90, aunque son numerosas las voces que se han levantado para protestar por unos precios que consideran lesivos para los bolsillos más humildes.