La expectativa del mercado es que el banco central estadounidense decrete otra subida en su reunión de julio
Wall Street cerró este martes en verde y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, ganó un 0,93 % a la espera de que esta semana se conozcan nuevos datos de inflación en Estados Unidos, que pueden dar pistas sobre los próximos movimientos de la Reserva Federal (Fed).
Al término de las operaciones en la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones sumó 317,02 puntos, hasta 34.261,42, mientras que el selectivo S&P 500 progresó un 0,67 %, hasta 4.439,26.
El índice compuesto del mercado Nasdaq, por su parte, avanzó un 0,55 % y cerró en 13.760,70 enteros.
El mercado mantuvo la tónica positiva del día anterior y todos los sectores acabaron el día al alza, liderados por las empresas energéticas (2,20 %), las de servicios públicos (1,24 %) y las industriales (1,20 %).
Entre los treinta valores del Dow Jones destacaron las subidas de 3M (4,83 %), Salesforce (3,94 %) y Walgreens (2,62 %), mientras que los mayores retrocesos fueron para las farmacéuticas MSD (-1,14 %) y Johnson & Johnson (-0,55 %).
La sesión bursátil transcurrió con tranquilidad a la espera de que este miércoles Estados Unidos dé a conocer los datos de los precios de consumo en junio y de que el jueves se publique el índice de precios al productor.
Las cifras, tras un año de bajadas consecutivas de la tasa de inflación -que en mayo estaba en el 4%- pueden dar a los inversores ideas de cómo puede proceder en los próximos meses la Fed, que ha subido con fuerza los tipos de interés para combatir el alza de los precios.
En general, la expectativa del mercado es que el banco central estadounidense decrete otra subida en su reunión de julio, pero no está muy claro cómo puede actuar más adelante, sobre todo después de que los últimos datos de empleo hayan reavivado la posibilidad de más alzas.
En otros mercados, el petróleo de Texas subió a 74,83 dólares el barril y, al cierre de la bolsa, la rentabilidad del bono del Tesoro a 10 años bajaba al 3,974 %, el oro subía a 1.937,3 dólares la onza y el dólar cedía terreno frente al euro, con un cambio de 1,101.