La escasez de un medicamento contra el cáncer, cuyo costo es de 15 dólares, está alterando el tratamiento

La escasez de un medicamento contra el cáncer, cuyo costo es de 15 dólares, está alterando el tratamiento
Foto: Emil Lippe/The New York Times. Una caja de inyección de cisplatino en la sala de almacenamiento de productos farmacéuticos en el Centro para el Cáncer y los Trastornos de la Sangre en Fort Worth.

Tony Shepard se enteró de que tenía cáncer de cuerdas vocales esta primavera, pero se animó cuando su médico le dijo que tenía un 88 por ciento de posibilidades de curarse con quimioterapia y radioterapia.

En semanas recientes, esa perspectiva empezó a desvanecerse, después de que en el hospital de oncología al que acude en el centro de California comenzó a escasear el medicamento crítico que necesita.

Shepard comentó que desde que el médico que lo atiende le informó sobre la escasez, cada sesión del tratamiento se ha sentido como un juego de ruleta rusa, ya que sabe que el fracaso significaría la extirpación de sus cuerdas vocales y la desaparición de su voz.

Trato de no pensar en eso”, comentó Shepard, de 62 años, gerente de una gasolinera en Madera, una población del valle central de California. “Es algo que da miedo y en lo que no quieres pensar, pero sabes que es una realidad”.

La escasez de fármacos oncológicos potentes que sufre el país desde hace meses no cesa y obliga a los pacientes y a sus médicos a enfrentarse a realidades aún más sombrías que las que suele presentar el cáncer. Miles de pacientes como Shepard se enfrentan a opciones desgarradoras, retrasos en el tratamiento y un futuro que podría ser más sombrío.

Foto: Adam Perez/The New York Times. Tony Shepard, quien ha recibido el medicamento que necesita en los dos primeros de sus siete tratamientos semanales contra el cáncer, en su casa en Madera, California.

A los oncólogos les preocupa que las alternativas a dos fármacos cruciales para la quimioterapia sean mucho menos eficaces para tratar ciertos tipos de cáncer y, en ocasiones, más tóxicas. Las terapias de apoyo o la ausencia de ellas plantean perspectivas en particular preocupantes para los pacientes con cáncer de ovario, testículo, mama, pulmón, así como cabeza y cuello.

Hasta ahora, pocos indicios, por no decir ninguno, de que la escasez vaya a remitir pronto. A fines del año pasado cerró una planta que era una de las principales productoras de los fármacos más utilizados para el tratamiento de estas enfermedades y no ha vuelto a abrir, lo que ya ocasionó desabasto. Este mes, la relajación de las restricciones a la importación de fármacos de China ha supuesto cierto alivio, pero los médicos afirman que la llegada de más medicamentos no ha cambiado mucho las cosas todavía. Algunas empresas que venden los medicamentos prevén que la escasez se prolongue hasta el otoño o más adelante.

Hasta ahora, ni un grupo de expertos organizado por el gobierno de Biden ni destacadas organizaciones médicas han encontrado la manera de evitar el racionamiento de los fármacos de quimioterapia más importantes.

A fin de paliar las carencias

Algunos médicos están ampliando los intervalos de atención y restando preciados mililitros para estirar las dosis. Otros están optado por la estrategia de operar primero y dar quimioterapia después, confiando en que se reanude el suministro.

Uno de los grupos médicos de tratamiento de cáncer más importantes del país, la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica, aconseja ahora a los médicos que tienen pocos medicamentos que los suministren a aquellos pacientes que tienen posibilidades de curarse y a negarlos a los pacientes con cáncer recurrente o extendido.

 

Estamos en una situación en la cual los pacientes se están viendo afectados y nos preocupa mucho que la supervivencia pueda verse afectada por la escasez de quimioterapia”, explicó Angeles Alvarez Secord, presidenta de la Sociedad de Oncología Ginecológica y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Duke.

 

Dos de los principales fármacos de quimioterapia, el cisplatino y el carboplatino, se emplean como medicamentos de primera línea en cocteles utilizados para reducir o eliminar tumores. También escasean oficialmente más de una docena de fármacos contra el cáncer, así como cientos de otros medicamentos, incluidos antibióticos y líquidos inyectables estériles. Aun así, los médicos predicen que la ausencia de medicamentos de quimioterapia fuertes puede perjudicar más a los pacientes.

El cisplatino y el carboplatino son baratos: cuestan 15 y 23 dólares el frasco, según U.S. Pharmacopeia, una organización sin fines de lucro dedicada a la seguridad y el suministro de medicamentos. Pero su fabricación requiere un suministro confiable de platino, el metal utilizado, así como una planta estéril y controles especiales para proteger a los trabajadores de los efectos tóxicos de los fármacos. Por ello, pocas empresas los fabrican.

La escasez más reciente de estos medicamentos tan utilizados ocurrió cuando uno de los principales fabricantes, Intas Pharmaceuticals, detuvo la producción en diciembre después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) llevó a cabo una inspección sorpresa en su planta en Ahmadabad, India. La agencia estadounidense emitió un informe en el que decía que los empleados estaban triturando, rompiendo y vertiendo ácido en los registros de control de calidad y señalaba una “cascada de fallos” en la planta.

La subsidiaria de la empresa, Accord Healthcare, en Durham, Carolina del Norte, declaró hace poco que todavía estaba haciendo mejoras necesarias en la planta para reiniciar la producción.

Ya para la primavera, se sintieron bastante los efectos del cierre de Intas. Una encuesta entre los centros de tratamiento académico por parte de la Red Nacional Integral contra el Cáncer que se dio a conocer este mes reveló que el 93 por ciento de los 27 centros que respondieron enfrentaban escasez de carboplatino. Como consecuencia, el 36 por ciento de ellos informaron que habían modificado los tratamientos de los pacientes, recurriendo a dosis más bajas e intervalos más largos entre terapias.

En el Centro Oncológico cCare de Fresno, California, donde Shepard recibe tratamiento para su cáncer de cuerdas vocales, los esfuerzos por ampliar el suministro han dado paso a una disponibilidad esporádica. En las últimas seis semanas, casi la mitad de las veces no ha habido medicamento de platino, según comentó el oncólogo Ravi Rao.

Rao dijo que las probabilidades de que Shepard se cure sin los medicamentos disminuirían de casi el 90 por ciento a cerca del 45 por ciento. Por fortuna, aclaró, durante los primeros dos de los siete tratamientos han contado con el medicamento.

Quienes han tenido cáncer de ovario enfrentan el peor pronóstico, comentó Rao, debido a cuán común es esta enfermedad y cuán importante ha sido el medicamento con platino para combatirla desde hace décadas. Sin esos medicamentos, una paciente con cáncer de ovario extendido tiene menos probabilidades de sobrevivir, de un 30 por ciento a una cifra de un solo dígito.

 

Esta escasez conducirá a la muerte”, comentó Rao, quien también es miembro del consejo de la Alianza Oncológica Comunitaria. “Simplemente, no hay forma de evitarlo. No puedes eliminar estos medicamentos que salvan vidas y no tener malos resultados”, aseveró.

 

Otros pacientes que enfrentan una mayor amenaza son quienes padecen cáncer testicular, porque el cisplatino tiene un historial conocido de curar incluso los casos avanzados, declaró Julie Gralow, directora médica de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica, en su testimonio ante una subcomisión de la Cámara de Representantes este mes.

 

Se trata de un problema crítico, que puede afectar a medio millón de estadounidenses solo con estos dos fármacos”, afirmó Gralow.

 

Para Florida Cancer Specialists, que cuenta con más de 90 centros, la escasez significó en un principio reservar entre el 10 y el 15 por ciento de la dosis de un paciente para hacer que las existencias rindieran más, explicó Lucio Gordan, presidente de la consulta.

No fue suficiente, así que los médicos empezaron a administrar los fármacos solo a los pacientes con posibilidades de curación o a los inscritos en ensayos clínicos. El hospital encontró algunos productos a precios muy inflados, una aparente manipulación, pero los compró de todos modos.

A pesar de ello, para mayo, se quedaron sin carboplatino durante doce días y cisplatino durante ocho días, recordó Gordan.

 

Foto: Octavio Jones/The New York Times. Arias Pitts, una madre soltera a quien se le diagnosticó un cáncer de mama agresivo en abril y se encontró con la escasez en su primer tratamiento el mes pasado, en Tampa, Florida.

Arias Pitts, de 33 años, a quien se le diagnosticó un cáncer de mama agresivo en abril, se encontró con la escasez cuando llegó para iniciar el tratamiento el 16 de mayo. El carboplatino que su médico le había recetado para la primera de las seis rondas de quimioterapia no estaba disponible.

Estudios en las décadas de 1980 y 1990 demostraron que los medicamentos de platino eran una enorme mejora en comparación con los tratamientos existentes, que funcionan mejor en combinación con otros medicamentos y duplican las tasas de respuesta de cáncer de ovario, cabeza y cuello. Los medicamentos de platino aumentaron la supervivencia de cinco años para el cáncer de testículo de casi el 10 por ciento al 95 por ciento.

Aunque los tratamientos de inmunoterapia más recientes han mejorado los resultados de los pacientes con determinados tipos de cáncer, como el melanoma, los oncólogos también los incluyen en cocteles con medicamentos de platino para prolongar su vida y aumentar las posibilidades de supervivencia.

 

En general, no hemos visto estos jonrones en el cáncer” en los últimos años, afirmó Mikkael Sekeres, oncólogo de la Universidad de Miami y exasesor de oncología de la FDA.

 

Los oncólogos que asesoran en esta especialidad en medio de la escasez han instado a quienes tratan a pacientes con cáncer de pulmón en fase inicial a enviarlos a un centro que disponga de los fármacos, señalando que “no hay alternativas igual de eficaces”.

Karen Knudsen, directora general de la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer, ha declarado que la situación exige actuar. La Casa Blanca y el Congreso, que han debatido el problema, han promovido pocas soluciones concretas.

 

La necesidad de una solución duradera es cada día mayor”, dijo Knudsen, y añadió: “Los pacientes se quedan sin tratamiento”.

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