Ucrania no había tenido que preocuparse de su litoral desde el 22 de julio de 2022. Sus espaldas estaban bien cubiertas con firma de Acuerdos de Estambul. Rusia tiene otra vez las manos libres para martillear la costa enemiga como preludio de un bloqueo naval.
Un año después el mar Negro vuelve a ser zona de guerra tras el cierre por parte de Rusia del corredor marítimo que garantizaba la seguridad de la navegación y el trasiego de los barcos con el grano ucraniano.
Ucrania no había tenido que preocuparse de su litoral desde el 22 de julio de 2022. Sus espaldas estaban bien cubiertas con la firma de los Acuerdos de Estambul. Ahora, Rusia tiene otra vez las manos libres para martillear la costa enemiga como preludio de un bloqueo naval en toda regla.
Moscú tampoco ha abandonado la idea de dejar definitivamente a Ucrania sin salida al mar después de haber convertido ya el Azov en un mar interior.
RUSIA, LA SEGURIDAD ANTES QUE EL GRANO
Rusia no oculta que uno de los detonantes de su decisión de abandonar el lunes la Iniciativa del Mar Negro, aparte de la incapacidad de exportar sus fertilizantes, han sido los ataques perpetrados por Kiev contra Crimea.
La gota que colmó el vaso de la paciencia del jefe del Kremlin, Vladímir Putin, fue la explosión ocurrida el lunes en el puente que une la anexionada península con el continente ruso, el segundo ataque contra dicha infraestructura estratégica desde el comienzo de la guerra.
Además de la muerte de dos civiles, las autoridades tuvieron que suspender el tráfico rodado, una nueva demostración de que Moscú no puede garantizar la seguridad del territorio que se anexionó en 2014.
Moscú reaccionó con ira y bombardeó intensamente las terminales de los principales puertos ucranianos en la región de Odesa, destruyendo cargamentos de grano, incluido uno de 60.000 toneladas destinado a China, entre otros países asiáticos.
En un primer momento, el Ministerio de Defensa ruso advirtió de que todos los buques con destino a la costa ucraniana serían considerados objetivos militares “potenciales” y, en caso de portar armamento, serían vistos como parte implicada en el conflicto.
Tras las reacciones de alarma de las potencias occidentales, compañías navieras y aseguradoras, Exteriores matizó que Moscú procederá a inspeccionar dichos barcos en busca de mercancías peligrosas.
AISLAR CRIMEA
Mientras, Ucrania no perdió el tiempo. Consciente de que la renuncia rusa a los acuerdos del grano eran un secreto a voces, intensificó esta semana sus operaciones de sabotaje en Crimea.
La península ha sido atacada cuatro veces desde el lunes. La última vez el sábado con un ataque con drones contra un arsenal de munición en el centro de Crimea, informó el gobernador, Serguéi Axiónov, en su canal de Telegram.
Las detonaciones obligaron a evacuar a la población en un radio de cinco kilómetros y a interrumpir el tráfico ferroviario, lo que incluye nueve trenes de largo recorrido, algunos procedentes de Moscú y de San Petersburgo.
El miércoles drones enemigos también alcanzaron un campo de entrenamiento militar y el jueves otro ataque similar causó la muerte de una adolescente y daños en edificios administrativos.
Por ese motivo, la industria turística reconoció esta semana que la temporada de descanso en Crimea será mala y que el número de visitantes podría reducirse hasta en un 30 %.
Ese es el objetivo de Kiev. Aislar geográfica y económicamente la península, de forma que el coste de la anexión sea cada vez más caro para Moscú.
“Para ello no tienen ni flota ni aviación (…) Por eso, sus declaraciones sobre un bloqueo naval no son más que el mayor de los faroles”, replicó Vladímir Konstantínov, presidente del Parlamento crimeo, a la agencia RIA Nóvosti.
EL PUENTE DE PUTIN
El puente de Crimea es el símbolo de la anexión, que cumplirá en marzo del próximo año diez años coincidiendo con las elecciones en las que Putin se presentará a la reelección, por lo que es la principal diana de Kiev.
El viernes el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aseguró que el puente “es una infraestructura hostil”, construida al margen del derecho internacional que se ha convertido en un eslabón logístico crucial para el transporte de munición para el Ejército ruso.
“Por eso es nuestro objetivo y cualquier objetivo que trae la guerra y no la paz debe ser neutralizado”, subrayó.
Mientras Axiónov acusó hoy a Zelenski de intentar vengarse de los crimeos por unirse a la Federación Rusa, los diputados federales acusaron a Zelenski de admitir su responsabilidad en el “terrorismo de Estado”.
Los ataques de los últimos días han provocado el pánico en la región. Las autoridades suspendieron el sábado hasta en dos ocasiones el tráfico automovilístico en el puente por miedo a nuevos ataques.