Chiriquí en pedazos

Chiriquí en pedazos
El autor es licenciado en Contabilidad, CPA, posee MSc y es ciudadano toleaño. Foto, cortesía.

Escuchar a docentes decir que los rabiblancos, empresarios son entregados, es ir en contra de esta misión del educador. Formar a las generaciones futuras, ¿qué confianza le están dando a esos estudiantes si lo que exponen es la lucha de clases?

La provincia de Chiriquí sigue secuestrada por los grupos que dicen oponerse a la actividad minera, porque esta genera destrucción y muerte. A casi un mes de los tranques por las protestas anti minería, cada día se nota más el deterioro en toda la region occidental del país.

No necesitamos la explotación minera para destruir esta área geográfica, la cantidad de citas médicas que se han perdido, niños que no han recibido su atención médica en el hospital Materno Infantil José Domingo de Obaldía, los que no han podido llegar al Hospital Regional de la Caja de Seguro Social.

La cantidad de estudiantes de todos los niveles que no acuden a sus escuelas y colegios, refiriéndome a los públicos, porque los privados aun con sus dificultades siguen operando de una u otra manera. El desempleo que se disparará en los próximos dias en toda la provincia. La salud mental de sus habitantes, afectando en la salud en general, el derecho al libre tránsito, el respeto a la propiedad privada. Y, sobre todo, matando el sueño e ideales de las futuras generaciones.

No se puede justificar una muerte con otra muerte. Por decir que la actividad minera trae muerte y que por ello es la protesta, pero al nivel que han llegado estas protestas, produciendo muertes de todo tipo, no únicamente la muerte física, sino que en algunos ha muerto la esperanza y la fe.

Escuchar a docentes decir que los rabiblancos, empresarios son entregados, es ir en contra de esta misión del educador. Formar a las generaciones futuras, ¿qué confianza le están dando a esos estudiantes si lo que exponen es la lucha de clases?

Los educadores han perdido de vista que, si su salario es pagado por todos los panameños, debido a los impuestos que los trabajadores de este país pagan a la nación y ese trabajo es dado, precisamente, por esos empresarios tildados de rabiblancos y que es a través de la empresa privada que se generan esos impuestos que luego ellos reciben como salarios.

Entiendo perfectamente que desde la empresa privada se cometen errores, pero quienes han formado esos empresarios, son, precisamente, esos maestros y profesores que hoy reniegan de sus exalumnos.

Por ello nuestras escuelas y colegios y hasta las universidades no forman innovadores sino empleados y pareciera que empleados públicos. No habrá quien diga que un empleado público paga impuesto y que esto se da al fisco, pero esa situación es como sacar dinero de un bolsillo para ponerlo en otro, solo que en este caso del bolsillo del fisco sale más dinero que el que regresa por el pago de ese impuesto contra ese gasto de planillas.

No justificamos las muertes de educadores que se han dado. Porque aquí nadie sobra, todos somos importantes, pero no basta únicamente con el contar a un solo sector que ha tenido muertes o mártires, tambien hay muertes físicas, emocionales, circunstanciales y de toda naturaleza, como ver irse el sueño de tu vida en un emprendimiento; que los cierres se lo llevaron y no se podrá recuperar.

El costo emocional de no poder circular, de impedir el libre tránsito, de la paz social, también son víctimas de quienes dirigen los cierres. Así dicen que luchan por la sobrevivencia de la Caja de Seguro Social, cuando esta lo que necesita es mayores cotizantes cada día y no que estos se reduzcan por las protestas. Esos también son muertos.

La división de clases que se ha generado no contribuye en el desarrollo del país. Los educadores han cobrado sus salarios sin haber trabajado.

Chiriquí está en pedazos, después de estas protestas; reconstruirlo, nos va a costar a los que no hemos ido a cerrar vías.   ¡VÍAS LIBRES YA! ¡PAZ SOCIAL Y SEGURIDAD!

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