Los ucranianos volvieron a celebrar año nuevo con el sonido de las explosiones
Vladímir Putin recrudeció este 2024 su terror aéreo contra Ucrania, en una ofensiva con drones kamikazes que duró once horas, como respuesta a la incursión en Belgorod.
Su acometida se dio justo después de que dijese querer poner fin a la guerra “lo antes posible”. Hasta el momento, las autoridades ucranianas contabilizan 28 fallecidos solo en Kyiv.
Según describe el diario español La Razón, el ataque deja muy claro que el terror y la violencia siguen siendo la principal herramienta de la que depende el país invasor mientras intenta alcanzar sus objetivos declarados, y vagamente definidos, de “desmilitarización”, “desnazificación” y neutralidad de Ucrania.
A pesar que la defensa aérea ucraniana logró derribar 87 drones, los que impactaron causaron daños en varias ciudades. Por ejemplo, en Leópolis, destruyeron por completo el museo de Roman Shujevych, líder del Ejército Insurgente Ucraniano que luchó tanto contra los nazis alemanes como contra el ejército soviético durante y después de la Segunda Guerra Mundial.
Los drones también impactaron la universidad donde estudió otro líder nacionalista ucraniano, Stepan Bandera, quien se ha convertido para muchos en un símbolo de resistencia nacional contra Rusia.
Afortunadamente, no hubo víctimas en Leópolis, a pesar de que los drones explotaron en una zona densamente poblada mientras los vecinos dormían durante la nochevieja.
Sin embargo, en Odesa un dron mató a un menor de 15 años en el piso de su familia en un edificio residencial.
En tanto, en Sumy, un hombre y una mujer fueron asesinados en su casa. Otras dos personas resultaron heridas en Pokrovsk, en la región de Donetsk, atacados por siete misiles rusos.
“Durante el día, el enemigo llevó a cabo 18 ataques fallidos, pero los soldados ucranianos continúan manteniendo sus posiciones e infligiendo pérdidas importantes al enemigo”, aseguró ayer por la tarde el Estado Mayor del ejército ucraniano.
El ataque ucraniano del pasado sábado contra la ciudad fronteriza de Bélgorod, cobró la vida de 24 personas y más de un centenar de heridos.