El proyecto contiene puentes subterráneos y aéreos, realizados por estudios de biólogos, para que pueda transitar la fauna del área
Más 200 residentes de las comunidades de Portobelo y la Costa Arriba de Colón, aprobaron este miércoles el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), categoría tres, del proyecto del Corredor del Caribe, en una consulta pública que se realizó en la Casa Comunal del corregimiento de Río Gatún.
Hubo algunas voces opuestas, pero una abrumadora mayoría defendió el proyecto que, como la pequeña empresaria Gina Molinar, de Santa Isabel, consideraron que la obra “nos abrirá las puertas al desarrollo de Portobelo y la Costa Arriba de Colón”.
Gilberto Marengo, Director Nacional de Proyectos Especiales del MOP, fue el promotor del foro público. Explicó que el EIA y toda la información adicional están en la página web de la institución.
Quien llevó el peso de la consulta ciudadana, fue el ambientalista Jorge Lee, de la empresa IPS Consultants, contratada por el MOP. Reveló que el Corredor del Caribe es el primer proyecto importante en la zona desde la autopista Panamá-Colón que inauguró en junio del 2009.
Comentó que el MOP, MiAmbiente y la ACP decidieron que el proyecto se dividiera en dos partes, con un EIA categoría dos y un EIA categoría tres. Este último porque tiene un impacto más significativo. “Los EIA son de forzoso cumplimiento y El contratista debe cumplir con el EIA de lo contrario es sancionada”, añadió.
Lee aseguró que el proyecto contiene puentes subterráneos y aéreos, realizados por estudios de biólogos, para que pueda transitar la fauna del área.
“Estamos aquí para escuchar sugerencias para mejorar los beneficios del proyecto. Este proyecto Colón lo necesita y la Costa Arriba lo necesita más”, resaltó en medio de los aplausos y gritos de los participantes:
“Fuera los que quieren boicotear el Corredor del Caribe, queremos la carretera, queremos la carretera”.
Algunos portaban pancartas en las que se leía: “El Corredor del Caribe va, porque va”, “Mejores vías de acceso para desarrollo integral”, “Ya basta, no más tranques”, “Más vías de comunicación para Colón”, “Este proyecto nos lo deben hacen 30 años”.
Lee dijo que se ha avanzado en el primer tramo de 14 kilómetros de carretera, pero el segundo tramo de 14 kilómetros cuya ruta pasa por una parte de la Sierra Llorona, no ha iniciado porque está en un área del Canal y debe ser aprobado por la administración de la ACP.
“Buscamos un balance –afirmó- entre el impacto ambiental y los beneficios, para lograr lo que se denomina un desarrollo sostenible”.
Por su parte, Anette Mendieta, ambientalista de IPS Consultants, dijo que la obra, que tiene un costo de $91 millones y registra un avance del 25%, se construye en 70% de caminos existentes y la ruta trazada fue optimizada por la ACP, porque todo proyecto que limita con las áreas de la vía interocéanica debe contar con los criterios de la administración del Canal.
Resaltó, además, que inicialmente se impactaban 31.7 hectáreas de bosques y se redujo a 21 hectáreas de bosques. “Es la ruta más segura y expedita. El contratista ha tomado las medidas de prevención, mitigación y compensación ambientales”, aseguró.
Para mitigar impacto en flora y fauna –comentó- se ha establecido un sistema de monitoreo y vigilancia de la calidad del agua, el ruido, control de la erosión, barreras, siembra de especies arbóreas para impedir la erosión.
Según las encuestas realizadas entre los 55,000 residentes en el área aledaña a la carretera, los primeros beneficiados son las poblaciones de Portobelo y la Costa Arriba de Colón, por el desarrollo económico y social, dijo Mendietta.
“Ustedes no saben lo que pasamos cuando tenemos problemas de salud, cómo trasladar a un enfermo al hospital. Tenemos derecho a mejorar nuestra calidad de vida”, recalcó Gina Molinar, de la comunidad de Santa Isabel.
“Respaldamos la carretera porque es una demanda justa de nuestras comunidades. Vamos a pelear porque este Corredor del Caribe nos va a abrir las puertas al desarrollo de Portobelo y la Costa Arriba de Colón”, destacó
Para Germain Maitland, dirigente del SUNTRACS en Colón, “este proyecto es bueno, traerá nueva vida a la gente de la zona”.
“Hay gente que no quiere que Colón se desarrolle. Hay intereses económicos que están detrás y se oponen al desarrollo de los colonenses. No permitamos que nos dividan, luchemos por este proyecto que se necesita. El proyecto va, porque va”, enfatizó.
Entre los principales opositores al proyecto figuraron representantes del CIAM y de la fundación Adopta Bosque Panamá.
Isaac Ramos, del CIAM, reconoció que “no hay discusión, el proyecto se necesita”. Sin embargo rechazó el EIA promovido por el MOP porque, en su opinión, no informa sobre los impactos reales de la obra. “Por eso pido que sea declarado nulo este foro, porque no cumplió con el proceso informativo”, subrayó, despertando la reacción de los asistentes que con gritos y epítetos no lo dejaron seguir hablando.
Guido Berguido, de Adopta Bosque, coincidió con Ramos al señalar que se trató de una consulta “deficiente, sin protagonismo del MOP y Miambiente”.
“No se logró el cometido. Los objetivos del EIA no se han cumplido.Tal como está establecido, este proyecto no debe proceder”, destacó.
No obstante, Lee señaló que “el gran nivel de participación fue muy positivo y demostró que los objetivos del foro público, se cumplieron”.
“Todo proyecto encuentra opiniones en favor y en contra. Hemos aclarado todas las dudas y aceptamos aportes que son bienvenidos. Es un proyecto viable y en beneficio para todos, sobre todo los colonenses”, reafirmó.