Mantiene una base científica para investigaciones relacionadas con el medioambiente tropical con grupos de expertos
En medio del Canal de Panamá hay una isla convertida en un laboratorio natural desde hace 100 años que ahora sirve a los científicos del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) para estudiar los efectos de la crisis climática y sus posibles soluciones, informó la agencia EFE.
Bautizada como “Barro Colorado”, esa isla de 15 kilómetros cuadrados se ubica en el Lago Gatún, uno de los dos embalses que sirven a la importante vía interoceánica de Panamá, donde alberga a 1,300 especies de plantas, 380 de aves, 100 de mamíferos y decenas de miles de otros organismos.
Allí ese instituto estadunidense mantiene una base científica para realizar distintas investigaciones relacionadas con el medioambiente tropical con grupos de expertos y estudiantes becados, unos 400 cada año. Rodeados de un frondoso bosque, mantienen al menos dos investigaciones sobre la crisis climática.
Una de esas investigaciones es el proyecto “Sweltr”, liderado por el inglés Andrew Nottingham y la panameña Alicia Sanjur.
Se trata de un experimento “único” que calienta una parcela de suelo de la isla Barro Colorado para comprobar cómo eso afecta a la liberación de dióxido de carbono y metano, dos de los principales gases del efecto invernadero.
El objetivo del estudio es verificar la hipótesis de que la emisión de dichos gases es mayor durante las transiciones estacionales hacia condiciones más húmedas. Para ello, han “cercado” una pequeña zona en medio de la isla donde han instalado unos sensores térmicos dentro la tierra, identificados con banderas de colores.
Y, según Nottingham, los primeros resultados evidencian que se está “perdiendo el equilibrio natural pues ya la balanza de carbono (Co2) entrando y saliendo no está en balance”, sino que “está saliendo más (Co2) que entrando”, lo que afecta más al calentamiento global y la atmósfera.
Gracias a la estación científica instalada en esa isla en 1924, hay “100 años de datos” recopilados que ahora permiten analizar la crisis climática con resultados para comparar. Barro Colorado es, por tanto, el bosque tropical más estudiado del mundo.
“Por muchos años se han tomado datos sobre la lluvia y la temperatura y otros factores del clima para entender las plantas, animales y su comportamiento. Recientemente, la gente pregunta sobre el cambio climático y nosotros tenemos estos datos porque hemos estado estudiando eso, por otras razones, desde hace más de 100 años”, señala la científica King.
Uno de esos estudios es la estación meteorológica, conocida por ellos como “monitoreo físico”, que – a su vez- es la investigación más antigua de la isla, según el científico encargado de ello, el estadunidense Brian Harvey.
Entre los últimos hallazgos, según cuenta Harvey, se ha comprobado que la temperatura mínima en la noche ha aumentado entre uno y dos grados celsius.
Barro Colorado está íntimamente asociada a la historia panameña del siglo XX. Esa isla, considerada una “meca” para los biólogos tropicales, surge cuando los ingenieros represaron en 1914 el río Chagres para hacer el Lago Gatún como parte de la creación del Canal de Panamá.
Al igual que ella, hay otras pequeñas islas en el Canal, producto de esa inundación que dejaron a flote las partes más altas de esa zona boscosa.