No la suscribieron Brasil, Colombia y México, ni potencias como China o Rusia, ni ningún estado africano ni árabe, a excepción de Marruecos
Un grupo de 49 países, más la Unión Europea (UE), firmaron este jueves una declaración conjunta en Naciones Unidas para pedir “restablecer las normas democráticas en Venezuela”, aunque no incluyó un llamamiento concreto a la ONU para que intervenga en la crisis.
La declaración, preparada en las últimas horas y leída por el canciller panameño, Javier Martínez Acha, contó con ausencias muy notables como las de México, Colombia o Brasil, y tampoco la firmaron grandes potencias como China o Rusia ni ningún estado africano ni árabe, a excepción de Marruecos.
Los firmantes recuerdan que “es hora de que los venezolanos comiencen discusiones constructivas e inclusivas para resolver el ‘impasse’ electoral”, en alusión a los comicios presidenciales del 28 de julio pasado, cuyos resultados oficiales no han sido reconocidos por gran parte de la comunidad internacional, que insiste en la necesidad de que el ente electoral venezolano publique los resultados desagregados para demostrar la victoria y poner final a la crisis, algo que hasta la fecha no ha sucedido.
Asimismo, esos países se dicen “gravemente preocupados por las denuncias de violaciones a los derechos humanos”, entre las que detallan “arrestos arbitrarios, detenciones, muertos y negación a garantías judiciales, así como tácticas de intimidación contra la oposición democrática”.
Por su parte, el abanderado de la oposición mayoritaria en Venezuela, Edmundo González Urrutia, que llegó el domingo a Madrid en un avión de la Fuerza Aérea Española para pedir asilo político después de denunciar fraude en las elecciones, reconoció este jueves al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, su interés en trabajar por la recuperación de la democracia y el respeto a los derechos humanos en Venezuela, tras ser recibido por el jefe del Ejecutivo español.
Pese a que la declaración ha sido negociada en los pasillos de la ONU y ha sido leída a la entrada del Consejo de Seguridad, el canciller panameño reconoció que no se está trabajando conjuntamente en ninguna resolución sobre Venezuela, e incluso añadió que la postura de su país “es muy diferente a la de otros países” aunque compartan el principio general de que debe “restaurarse la democracia” en el país caribeño.