Descubre las razones del cambio de nombre, en un proceso que tomó más de un siglo
Como cada 12 de octubre, este sábado se celebra el Día de la Fiesta Nacional, en muchas partes del mundo. Antes de tener esta denominación, la celebración era conocida con otros nombres que el que tiene actualmente. Se llamó Día de la Raza, primero; y Día de la Hispanidad, después. Pero, ¿por qué cambió la forma de referirse a la efeméride?
La conmemoración del 12 de octubre tiene su origen en la fecha en que la expedición liderada por Cristóbal Colón llegó a América en 1492.
Aunque la importancia de este día se destacó durante siglos, no fue hasta el años 1892 cuando la reina regente por entonces, María Cristina de Habsburgo, firmó un decreto, a propuesta de Antonio Cánovas del Castillo, por el que se declaraba fiesta nacional el 12 de octubre.
En 1913, el presidente de la Unión Ibero-Americana y exministro de Hacienda, de Estado y de Instrucción Pública y Bellas Artes durante el reinado de Alfonso XIII, Faustino Rodríguez-San Pedro, consiguió que la celebración del 12 de octubre pasara a llamarse Fiesta de la Raza. Con ese título fue declarada fiesta nacional en 1918 y así se mantuvo durante 40 años.
La intención de Rodríguez-San Pedro era “exteriorizar la intimidad espiritual existente entre la Nación descubridora y civilizadora y las formadas en el suelo americano”. Aunque esta terminología se aceptó al principio tanto en España como en algunos países latinoamericanos, no tardaron en surgir voces críticas.
Un buen ejemplo fue Zacarías de Vizcarra, un sacerdote español residente en Buenos Aires, que consideraba “poco feliz y algo impropia” la denominación de Día de la Raza. El intelectual Ramiro de Maeztu, que había sido embajador de España en Argentina, recogió esta reivindicación en un artículo titulado La Hispanidad, que se publicó en 1931 en la revista Acción Española.
En él defendía lo siguiente: “El 12 de octubre, mal titulado Día de la Raza, deberá ser en lo sucesivo el Día de la Hispanidad”.
El concepto acuñado por De Maeztu ganó adeptos durante los siguientes años y, aunque la denominación oficial continuó siendo la misma, el término Día de la Hispanidad comenzó a hacerse un hueco en el ideario popular.
Ya durante el franquismo, en 1958, la Presidencia del Gobierno estableció por decreto: “Dada la enorme trascendencia que el 12 de octubre significa para España y todos los pueblos de la América hispana, el 12 de octubre será fiesta nacional, bajo el nombre de Día de la Hispanidad”.
Tras la muerte de Franco y la restauración de la democracia en España, un decreto real, publicado en el primer BOE del año 1982, refrendó que la denominación se mantuviera como Día de la Hispanidad.
Sin embargo, en 1987 el gobierno de Felipe González desterró ese nombre, de manera que la celebración pasó a llamarse Fiesta Nacional de España.
Una ley posterior acabó con una “cierta confusión”, ya que hasta ese momento coexistían, “al menos en el plano formal”, distintas fechas de conmemoración del sentimiento nacional.
“La fecha elegida, el 12 de octubre, simboliza la efemérides histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los Reinos de España en una misma Monarquía, inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos”, reza la publicación del BOE.