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Hutchison Ports es una empresa privada “altamente respetada”, sostiene revista Lloyd’s List

Hutchison Ports es una empresa privada “altamente respetada”, sostiene revista Lloyd’s List
Nuevos servicios en PPC. Cortesía PPC

Los operativos republicanos sobre “el Ejército Popular de Liberación izando la bandera roja” en el Canal ponen al descubierto la ficción de una paranoia

“La realidad es que Hutchison Ports es una empresa privada altamente respetada y orientada a la obtención de beneficios”, sostuvo la prestigiosa revista británica Lloyd’s List.

La publicación, una de las más antiguas del mundo pues data de 1734, reconoció que el conglomerado con base en Hong Kong, es el sexto mayor operador portuario del mundo, con terminales en América, Europa, el Medio Oriente y Asia”.

Lloyd’s List incluyó en su más reciente edición un artículo en el que elabora una supuesta segunda invasión militar de Estados Unidos y concluye que “si la primea invasión de 1989 se denominó con el eufemismo de Operación Causa Justa, si la historia se repite, la segunda podría llamarse Operación Mala Idea”.

La publicación rechaza la acusación de Trump sobre “la supuesta influencia excesiva de China a través de Hutchison Ports, que opera los puertos de Balboa y Cristóbal en ambos extremos del Canal”.

Por su parte el diario digital estadunidense Político ve como una “concesión” del Ejecutivo panameño que el día de la inauguración de Trump, auditores de la Contraloría General de la República (CGR) iniciaran investigaciones sobre los documentos contables de los dos puertos de Balboa y Cristóbal, operados por Hutchison Ports PPC, una filial de CK Hutchison Holdings, que cotiza en la bolsa de Hong Kong..

“Pero el despliegue de auditores para examinar el cumplimiento de la empresa con sus acuerdos de concesión portuaria, no contenía la crisis”, afirma Político.

 

Foto; Cortesía PPC

 

Las preocupaciones estadunidenses sobre la expansión china aquí datan de 1997, y la adjudicación de un contrato de concesión a la empresa Hutchison Whampoa, que en el 2015 pasó a ser CK Hutchison Holding.

Hutchison Ports PPC ganó la concesión compitiendo contra la empresa estadunidense Bechtel que participó a última hora e hizo la propuesta más baja de las firmas participantes.

Lloyd’s List afirma que “el nuevo ocupante de la Casa Blanca está amenazando con enviar nuevamente al Cuerpo de Marines” para frenar la no comprobada presencia china en el Canal y que “el recién instalado secretario de Estado, Marco Rubio, también ha hecho uso de retórica agresiva contra Pekín”.

Opina que los comentarios alarmistas de otros operativos republicanos sobre “el Ejército Popular de Liberación izando la bandera roja” en el Canal demuestran un nivel de paranoia comparable con la película de 1962 El candidato de Manchuria.

Sobre una hipotética segunda invasión militar estadunidense a Panamá, la revista dice que a diferencia de otros intentos de cambio de régimen, la Operación Causa Justa resultó exitosa según sus propios parámetros. Pero Panamá es ahora una democracia funcional, con rotaciones ordenadas de poder y libertad de expresión y de reunión.

Es fatal ser amigo de EE UU

Añade que no hace tanto tiempo desde que Estados Unidos tomó el control de Panamá por última vez. Justo antes de Navidad de 1989, el primer presidente Bush envió sus fuerzas armadas para hacer cumplir la extradición del dictador, general Manuel Noriega.

“Sin embargo, la Operación Causa Justa ilustra perfectamente el dicho atribuido a Henry Kissinger de que, aunque puede ser peligroso ser enemigo de Estados Unidos, ser amigo de Estados Unidos es fatal”, comenta la revista.

La verdadera razón, que los responsables de la política exterior de Washington admitieron abiertamente, fue que el gobierno panameño estaba programado para tomar el control del Canal en la siguiente década, lo que se consideró el contexto clave de la intervención.

Lloyd’d List asegura que el impacto de la aventurera política militar de Estados Unidos, con el consiguiente riesgo de cierre temporal, sin duda proporcionaría un impulso al sector naviero en forma de tarifas de flete más altas.

Pero también causaría estragos en las cadenas de suministro y resultaría en costos más altos para los importadores y exportadores estadunidenses.
Además, pondría en peligro la neutralidad que es un elemento clave de la oferta del Canal. Reducir las tarifas para los barcos de Estados Unidos significaría tarifas más altas para los barcos de todas las demás naciones.

“Dejaremos de lado los predecibles resultados políticos y militares. Pero la mayoría de los comentaristas creen que la intervención generaría una animosidad bien ganada hacia Estados Unidos en toda América Latina, sin mencionar buena parte del mundo”, afirma.

Los motivos presentados actualmente para una invasión militar parecen ser considerablemente más endebles que los del pasado. Una repetición de 1989 sería, en definitiva, la ocupación de una vía fluvial internacional de crucial importancia para la industria marítima, todo en nombre del interés propio estadunidense.

La publicación planteó que el derrocamiento de Noriega tomó solo unas semanas, con la población poco dispuesta en apoyarlo. El riesgo de que esta vez sea muy diferente merece ser recordado, especialmente en una región aún marcada por recientes conflictos guerrilleros.

“La primera invasión de Estados Unidos se llamó como un eufemismo, Operación Causa Justa. Si la historia se repite, la segunda podría apropiadamente llamarse Operación Mala Idea”, concluyó Lloyd’s List.

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