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Nielsen, un independentista moderado para liderar Groenlandia

Nielsen, un independentista moderado para liderar Groenlandia
Nuevo presidente del Naalakkersuisut, Gobierno de Groenlandia, Jens Frederik-Nielsen (L) y Hans Enoksen al frente de la procesión desde la casa de Hans Egede hasta la Catedral de Nuuk. EFE/EPA/EMIL STACH DINAMARCA

Su objetivo es ir construyendo una base económica sólida para avanzar de forma segura hacia una hipotética independencia

Jens-Frederik Nielsen, un exjugador de bádminton con una breve carrera política, liberal y defensor de un independentismo moderado será el encargado de liderar Groenlandia, tras ser elegido este lunes formalmente por el Inatsisartut (Parlamento), en medio de una presión inusitada por el interés de Estados Unidos por este territorio autónomo danés, informó la agencia EFE.

Nielsen, de 33 años y el presidente más joven en casi medio siglo de autonomía, tiene una carrera más larga como deportista que como político: durante una década, acumuló más de una docena de títulos como campeón groenlandés -en individuales, dobles y dobles mixtos- e incluso llegó a participar en un Europeo.

La carrera política de este licenciado en Ciencias Sociales por la Universidad de Groenlandia (Ilisimatusarfik), crecido en Nuuk, no arrancó hasta el 2018, cuando empezó a ejercer como secretario de varios políticos para el liberal Demokraatit, pero no tardó demasiado tiempo en despegar.

Dos años después pasó a ocupar la importante cartera de Materias Primas y Trabajo cuando su partido formó una breve coalición de gobierno con el socialdemócrata Siumut y otra fuerza política pequeña, pero menos de un año más tarde la abandonó por desacuerdos con el polémico proyecto minero de Kuannersuit.

La Primera Ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen (I), el jefe de gobierno interino de Groenlandia, Mute Bourup Egede (D), y el nuevo jefe de gobierno, Jens-Frederik Nielsen (C).  EFE/EPA/Mads Claus Rasmussen DINAMARCA 

Las posibles repercusiones medioambientales por incluir material radiactivo de ese proyecto, que Nielsen apoyaba entonces, fueron el tema central de las elecciones de 2021: el socialista IA, que se oponía, obtuvo una victoria clara; el Demokraatit, perdió la mitad de sus votos y escaños.

Nielsen ocupaba desde meses antes la presidencia del partido, al ser el único candidato, pero a pesar del varapalo electoral y de entrar por los pelos en el Parlamento (obtuvo el tercer y último mandato del Demokraatit), se mantuvo en el cargo.

Y dedicó los cuatro años siguientes a ir reconstruyendo el partido, ganándose una imagen de líder reflexivo, práctico y prudente, frente a las declaraciones altisonantes de otros, que ha tenido un éxito indiscutible: ha triplicado votos y escaños convirtiendo al Demokraatit en el más votado.

“Nos apuramos despacio”, una frase repetida por él muchas veces durante la última campaña electoral, encaja en esa línea de moderación, de ir construyendo una base económica sólida para avanzar de forma segura hacia una hipotética independencia.

El jefe del gobierno Jens-Frederik Nielsen del partido Demokraatit (frente L) camina en la procesión desde la casa de Hans Egede hasta la Catedral de Nuuk, donde se celebra un servicio durante la reunión constitutiva del nuevo parlamento electo en Nuuk, Groenlandia, el 07 de abril de 2025. Groenlandia EFE/EPA/EMIL STACH DINAMARCA 

Su éxito se explica también por su oposición a la controvertida ley pesquera aprobada por el anterior gobierno hace unos meses y que él critica por considerar que favorece a las empresas públicas, aunque una posible reforma ha quedado aparcada por diferencias con sus socios de coalición en el inédito Ejecutivo de cuatro partidos, con 23 de los 31 escaños totales, que encabeza.

El Demokraatit se define a sí mismo como una fuerza social liberal -aunque su partido “hermano” en Dinamarca es una formación ultraliberal-, que defiende bajar los impuestos, limitar el sector público y crear condiciones favorables para la empresa privada, sin abandonar la preocupación social.

A pesar de su tono moderado, Nielsen ha sido de los políticos que con más dureza ha atacado al presidente estadunidense, Donald Trump, por sus comentarios sobre esta isla ártica, que él considera una “falta de respeto”.

“Somos seres humanos, no somos una propiedad que se puede comprar. Siempre se puede hablar de colaboración, pero hablar de anexión es inaceptable”, dijo hace unos días, reiterando que aunque Groenlandia quiere ser independiente un día, no quiere formar parte de Estados Unidos.

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