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¿Fin del “affaire” tecno-político en el Despacho Oval?

¿Fin del “affaire” tecno-político en el Despacho Oval?
La Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, habla durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, en Washington, D.C., EE. UU., el 1 de abril de 2025. EFE/WILL OLIVER

El cortejo entre Trump y Musk pone a prueba a la democracia estadunidense por el conflicto de intereses que arrastra el hombre más rico del mundo

Las palabras indignadas en X de la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, evidencian el rechazo absoluto de la administración hacia la información publicada el miércoles que aseguraba el fin del “affaire” tecno-político entre el presidente, Donald Trump, y el Robespierre de los recortes gubernamentales, el jefe del Departamento de Eficiencia, Elon Musk, informó el diario La Razón.

El presidente “ha comunicado a su círculo íntimo y a miembros de su Gabinete que dejará el puesto en las próximas semanas”, indicaba el medio digital Politico.

La noticia hizo estallar las redes sociales. ¿Acababa de explotar la olla a presión de superegos en el Despacho Oval? ¿El estatus quo se estaba plantando ante las injerencias del hombre más rico del mundo politiqueando en Washington sin haber sido elegido?

El sudafricano corrió a negar la información. «Es falsa», comentó en la publicación de la responsable de prensa. Solo la respuesta obtuvo más de 24 millones de visitas.

El magnate Elon Musk en una foto de archivo. EFE/EPA/WILL OLIVER / POOL

Por su parte, Político aseguró que “el presidente sigue satisfecho con Elon Musk y su iniciativa para la Eficiencia del Departamento de Gobierno, pero ambos han decidido en los últimos días que pronto será el momento de que regrese a sus negocios y asuma un papel secundario, según tres personas cercanas a Donald Trump que pidieron el anonimato”.

Su amistad se ha caracterizado por una evolución tan extrema como la propia naturaleza del DOGE, el acrónimo en inglés para el Departamento que Elon Musk dirige.

Empezó en el desencuentro y ahora vive en una constante adulación sin remisión. Un apoyo aparentemente ciego, aunque Trump cuenta con el as en la manga de que se estima que el surafricano debería dejar el cargo cuando sus 130 días como «empleado especial del Gobierno» federal de Estados Unidos concluyan en mayo. Si todo se tuerce, eso le protegerá las espaldas. Pero ¿cómo de fuerte es su vínculo?

La relación entre el presidente y el propietario de Tesla y Space X no siempre fue buena.

De hecho, en el 2016, Musk era uno de sus opositores. Tuvieron que pasar cinco años hasta que Trump hiciese un nuevo gesto público para acercar posturas.

En el 2022, poco después de comprar Twitter por $44,000 millones, Musk reestableció la cuenta de Trump en la red social, que había sido cancelada tras la insurrección en Washington.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. EFE/EPA/FRANCIS CHUNG / POOL

Las posturas empezaron a acercarse y el surafricano nacido durante la época del Apartheid empezó a abrazar las tesis más extremas de su nuevo amigo. Especialmente, la lucha contra la inmigración ilegal.

Tras el intento de magnicidio, Musk dio un nuevo giro de 180 grados y anunció su respaldo al candidato republicano. Acabó contribuyendo con $290 millones para su campaña y puso a su servicio el algoritmo de X. La alianza estaba forjada.

Tras la inauguración presidencial, Musk no tardó en hacerse demasiado presente en el corazón político del país; algo que sigue enfureciendo a muchos altos funcionarios y políticos de ambas bancadas.

Como cara pública de la guillotina económica, el dueño de Tesla se ha granjeado el recelo y el odio de muchos. Desde que se incorporó al gobierno su popularidad está en caída libre, y con ella sus negocios.

Diversos analistas aseguran que meter a Musk en los pasillos del Pentágono también ha sido un grave error. Tanto económico como de inteligencia.

Si el “affaire” tecno-político con Musk está llegando a su fin, pocos son los demócratas que desean que termine con un simple adiós. El runrún de que una confrontación grave e irreconciliable podría ser el principio del fin del movimiento MAGA está en el aire.

Por otro lado, en caso de que la relación explote, el neoyorquino también cuenta con una respuesta en su libro, en realidad escrito por el periodista Tony Schwartz.

“Sobre la mala prensa: desde una perspectiva puramente empresarial, las ventajas de que se escriba sobre uno superan con creces a las desventajas. Lo curioso es que incluso una noticia crítica, que puede resultar hiriente a nivel personal, puede ser muy valiosa para tu negocio”. Con o sin el mil millonario surafricano, la presidencia aislacionista de Trump seguirá adelante.

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