La economía mundial crecerá un 2,9% en 2025 y 2026, una desaceleración frente al 3,3% registrado en el 2024
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) redujo sus proyecciones de crecimiento económico global para 2025 y 2026, alertando sobre el impacto negativo que están teniendo las nuevas tensiones comerciales, en especial las medidas arancelarias impulsadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Según el informe más reciente del organismo, la economía mundial crecerá un 2,9% en 2025 y 2026, una desaceleración frente al 3,3% registrado en 2024 y por debajo de los pronósticos de marzo pasado, cuando se preveía una expansión del 3,1% para este año y del 3% para el siguiente.
“El entorno económico mundial se ha vuelto mucho más difícil”, afirmó el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, en rueda de prensa desde París, haciendo referencia directa a las nuevas políticas comerciales estadounidenses.

El país más afectado por estas tensiones será precisamente Estados Unidos. La OCDE proyecta que la economía estadounidense se desacelerará del 2,8% en 2024 a un 1,6% en 2025 y a 1,5% en 2026, cifras significativamente inferiores al pronóstico anterior.
La organización atribuye esta caída al “aumento de los tipos efectivos de aranceles sobre importaciones”, así como a las medidas de represalia por parte de socios comerciales.
Trump ha impuesto un arancel base del 10% sobre las importaciones globales, además de tarifas especiales del 25% sobre acero, aluminio y automóviles.
Aunque el mandatario estadounidense ha prometido aún más aranceles a una larga lista de países, por ahora ha postergado su aplicación hasta julio para permitir espacio a negociaciones. Sin embargo, el daño económico ya se empieza a reflejar.
“Hemos revisado a la baja el crecimiento de prácticamente todas las economías del mundo”, señaló el economista jefe de la OCDE, Álvaro Pereira.
A las tensiones comerciales se suman otros factores que han debilitado la economía estadounidense: la incertidumbre por las decisiones del gobierno, la fuerte reducción del empleo público y la caída en los niveles de inmigración neta.
Además, la inflación sigue siendo un dolor de cabeza: la OCDE estima que los precios en Estados Unidos aumentarán un 3,2% en 2025, por encima del objetivo de la Reserva Federal.