“Las grandes ciudades del mundo compiten por hacer sus calles más habitables. Mientras tanto, el Senado hace retroceder a Berlín décadas con su política de transporte”, afirman
Un grupo de activistas berlineses ha obtenido luz verde judicial para avanzar en su plan de celebrar una consulta popular en el 2026 sobre la prohibición del uso de vehículos privados en el centro de Berlín, tras una decisión favorable del Tribunal Superior de la ciudad-estado esta semana, informó la agencia EFE.
La medida, que cuenta con una fuerte oposición del gobierno local, busca reducir radicalmente el tráfico particular dentro del denominado anillo, la zona céntrica delimitada por las líneas circulares S41 y S42 del sistema de cercanías.
Según anunciaron los organizadores en su página web, en los próximos cuatro meses la Casa de Representantes de Berlín debatirá el proyecto de ley, si no es aprobado, se activará la segunda fase de recogida de firmas, con el objetivo de alcanzar al menos 175,000 apoyos, requisito legal para convocar una consulta ciudadana en la capital alemana.

La iniciativa, inspirada en ejemplos internacionales como París o Bogotá, pretende devolver el espacio urbano a peatones y ciclistas.
“Las grandes ciudades del mundo compiten por hacer sus calles más habitables. Mientras tanto, el Senado hace retroceder a Berlín décadas con su política de transporte”, criticaron los impulsores de la propuesta.
El alcalde de Berlín, el conservador Kai Wegner, reaccionó con firmeza en la red social X: “Un Berlín sin coches sería excluyente y no encaja con una metrópolis. Conmigo, no lo habrá”, escribió.
Defendió que los ciudadanos deben ser libres de elegir su modo de transporte y que todas las opciones deben estar disponibles.
La propuesta llega en un contexto de creciente tensión política por la movilidad urbana. El Gobierno de coalición entre conservadores (CDU) y socialdemócratas (SPD), liderado por Wegner, ha sido duramente criticado por los recortes en infraestructuras ciclistas y por su negativa a aumentar las tarifas de aparcamiento.
De aprobarse en referéndum, la iniciativa establecería la prohibición de todos los coches particulares dentro del centro de Berlín, salvo algunas excepciones:
Los taxis y el transporte público seguirían teniendo acceso. Los ciudadanos berlineses podrían solicitar hasta 12 permisos anuales para utilizar un coche particular, por ejemplo, para mudanzas o transporte de objetos pesados.
El tribunal superior de Berlín desestimó la objeción presentada por el Senado local, que alegaba que la medida infringiría las libertades ciudadanas y competencias del Estado federal.
En su fallo, los jueces subrayaron que un referéndum en este sentido sería legal y que las restricciones al uso del coche no vulneran derechos fundamentales, siempre que se mantengan alternativas razonables.