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Trump cerró una semana en la que casi toda su política exterior salió bien

Trump cerró una semana en la que casi toda su política exterior salió bien
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante una reunión con el vicepresidente estadounidense, J. D. Vance (izq.), y el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio (der.). EFE/EPA/YURI GRIPAS / POOL

En siete días aseguró el acuerdo en Medio Oriente, ganó el apoyo de la OTAN y avanza un plan en Gaza

La política exterior de Donald Trump tuvo su semana subida a una montaña rusa. El presidente pasó de concretar el bombardeo a tres instalaciones nucleares iraníes, que involucraba en forma directa a Estados Unidos en la guerra en Medio Oriente, a anunciar, menos de 48 horas después, el cese del fuego entre Israel e Irán, informó el diario argentino La Nación.

Tras una madrugada con ataques cruzados que parecían herir de muerte la tregua, el líder republicano, a bordo del Air Force One camino a La Haya, finalmente logró encarrilarla para anotarse su victoria más importante en lo que va del mandato… y a las pocas sumar otra en la cumbre de la OTAN.

“Fue fantástico. Y me voy de acá diferente, diciendo que estos líderes realmente aman a sus países”, señaló Trump, exultante, tras el acuerdo de los integrantes de la alianza atlántica para aumentar al 5% de su PIB los gastos de defensa y seguridad, tal como quería el magnate. Como en una carrera, el presidente plasmó su victory lap que tanto buscaba en política exterior y que hasta ahora le era esquiva. Sin embargo, los expertos advierten también que la magnitud del triunfo aún mantiene incógnitas abiertas.

Luego de varios días de debate sobre la gravedad de los daños causados por los ataques estadunidenses a tres instalaciones nucleares de Irán -Fordo, Natanz e Isfahan-, el destino de las reservas de uranio enriquecido del país aún son un misterio mayúsculo para la comunidad internacional, más allá de la insistencia de la administración Trump sobre una “destrucción total” y varias versiones cruzadas de inteligencia.

Trump intentó este viernes, otra vez, echar por tierra esa versión. Al ser consultado por un periodista sobre posibles instalaciones secretas de Irán, afirmó que no estaba inquieto. “Están exhaustos. E Israel también está exhausto. No me preocupa en absoluto”, dijo, y sugirió que el régimen del líder supremo Ali Khamenei está más centrado en la supervivencia que en el desarrollo nuclear luego de los ataques.

Peter Hahn, historiador de la Universidad Estatal de Ohio y experto en diplomacia norteamericana para Medio Oriente, indicó a LA NACION que “aún es demasiado pronto para saber” el impacto del triunfo que se adjudicó Trump.

“Un juicio de este tipo debe esperar al resultado final de la diplomacia del presidente. Si lograra un valioso acuerdo nuclear sin más guerras, sería una gran victoria. Pero si se viera arrastrado a una guerra interminable o si Irán emergiera con un artefacto nuclear, sus acciones se considerarían un fracaso”, expresó Hahn.

El presidente norteamericano, Donald Trump, en una conferencia de prensa en la cumbre de la OTAN, en La Haya.

Los expertos sostienen que, aunque los ataques de la operación norteamericana “Martillo de Medianoche” hayan podido ralentizar los planes nucleares iraníes por varios años, también multiplicaron la motivación del régimen teocrático para conseguir las armas atómicas.

“Si estás sentado en Teherán, la lección de esta guerra es simple: Estar en el umbral de ser una potencia nuclear no es suficiente para evitar ser bombardeado”, advirtió Bremmer.

Mientras aún está lejos de poder conseguir un alto al fuego entre Rusia y Ucrania, Trump se mostró dispuesto ahora a ir por otro de los conflictos que involucra al régimen de su aliado Benjamin Netanyahu: La guerra entre Israel y Hamas en la Franja de Gaza.

Optimista, Trump dijo este viernes que creía que “dentro de la próxima semana” habría un alto el fuego en el enclave palestino, tras más de un año y medio combates.

“Estamos trabajando en Gaza e intentando que se solucione”, añadió. De concretarse una tregua en Gaza sería, sin dudas, otro gran golpe de efecto de Trump en materia internacional.

Para Trump, el viernes también fue un día de éxitos “internos”. Primero celebró lo que calificó como una “monumental victoria” en el frente judicial, por la decisión de la Corte Suprema de limitar la facultad de los jueces federales para suspender temporalmente órdenes ejecutivas del presidente.

Horas después, las buenas noticias llegaron de Wall Street: Los índices S&P500 y Nasdaq quebraron nuevos récords ante la expectativa de acuerdos por los aranceles recíprocos antes de la fecha límite impuesta por el mandatario, el 9 de julio.

El retroceso de los temores a una guerra comercial global desató un frenesí de compras en todo tipo de activos, desde fondos tecnológicos hasta bonos de alto rendimiento. La convicción alcista aumentó a niveles no vistos desde que Trump regresó a la Casa Blanca, impulsando un repunte que dejó a junio con la mayor ganancia mensual desde mayo del 2024.

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