El presidente acepta renuncia de Sarabia, le desea lo mejor y que actualmente sea mejor mujer de la que era cuando la conoció
La ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Laura Sarabia, que fue mano derecha del presidente Gustavo Petro, presentó este jueves su renuncia al cargo por diferencias con decisiones del Gobierno, informó la agencia EFE.
“Mi renuncia es el resultado de una reflexión profunda, motivada por la responsabilidad que siento con mi conciencia, con el país y con la forma en que entiendo el ejercicio del poder público”, dijo Sarabia en una carta dirigida a Petro.
La canciller, que estaba en el cargo desde el pasado 25 de enero, añadió: “Me retiro con la tranquilidad de haber entregado lo mejor de mí y con la certeza de que hay momentos en los que decir adiós es también una forma de cuidar”.
La dimisión de Sarabia se produce en medio de una controversia interna por el manejo del contrato para la fabricación de pasaportes, que ya costó el cargo al primer canciller de Petro, Álvaro Leyva, ahora enfrentado con el presidente, que lo acusa de conspirar para sacarle del poder.
En los últimos días se han tomado decisiones que no comparto y que, por coherencia personal y respeto institucional, no puedo acompañar. No se trata de diferencias menores ni de quién tiene la razón. Se trata de un rumbo que, con todo el afecto y respeto que le tengo, ya no me es posible ejecutar”, señaló en su carta la canciller, quien se encuentra de visita en República Checa.
CARTA DE RENUNCIA:
En tanto, Petro deseó “la mejor de las suertes” a Laura Sarabia, quien durante meses fue su principal aliada política.
“Deseo a Laura Sarabia la mejor de las suertes. Creo que fue vital en la campaña por su orden y disciplina. Estuvo siempre y firme en el equipo de acción al que pertenecía, yo como orador y candidato, ella como hormiguita organizadora”, escribió Petro en su cuenta de X.
El mandatario también elogió la inteligencia y la capacidad de aprendizaje de la hasta hoy canciller: “Y luego en el gobierno descubrí, si escoge ese camino, que tiene la inteligencia que capta con rapidez. La mente rápida se enriquece con mucho estudio”.
“Hay que poner el corazón en los más pobres, en lo justo, nunca dejarse conquistar por la codicia. La codicia es la enemiga de la revolución y de la vida”, añadió el presidente, quien cerró su mensaje con un deseo: “Espero que hoy Laura sea una mejor mujer de la que era cuando me conoció. Buen viento y buena mar”.