La tradición que marca el paso a la adultez femenina se reinventa como un negocio creciente, con celebraciones que cuestan hasta $23,000
Con vestidos de princesa, sesiones de fotos en el Retiro y viajes a París, las tradicionales fiestas de 15 años, profundamente arraigadas en Latinoamérica, se abren paso en España impulsadas por el crecimiento de la migración y se consolidan como un fenómeno cultural y comercial en expansión, informó la agencia EFE.
Lejos de desaparecer, esta celebración —cuyo origen se remonta a rituales precolombinos de mayas y aztecas, y más tarde a bailes de debutantes durante el periodo colonial— se ha adaptado a nuevas realidades, manteniéndose como un rito de transición esencial para muchas adolescentes.
Actualmente, las familias migrantes en España reimaginan estas fiestas, ajustándolas a sus presupuestos y circunstancias.
“Cada una lo celebra a su estilo”, dice María del Amor, fundadora de Vestidos 15, un negocio que ya cuenta con tres tiendas en España y que ha visto cómo esta tradición se convierte en una oportunidad comercial.
Según explica, el costo de una fiesta puede partir desde los $2,300 —si se alquila el vestido y se hace algo sencillo— hasta llegar a los $23,000 en celebraciones más fastuosas.
Entre sus clientas predominan chicas de origen colombiano, ecuatoriano y venezolano, aunque cada vez más adolescentes españolas se suman a la tendencia.
Algunas eligen grandes fiestas, otras optan por sesiones de fotos o viajes simbólicos. Paula Gabriela, venezolana, cambió la fiesta por un viaje a París. “Lo disfruté más porque ya gasté todo el dinero en mí”, cuenta.
Otras, como la cubana Stefany Caridad Enjamio, inmortalizaron sus 15 con una sesión fotográfica en distintos conjuntos en el parque del Retiro, mientras que su madre recuerda cómo en Cuba tuvo su propia celebración con más de 30 vestidos.
Las redes sociales también han influido. Para María del Amor, estas plataformas han contribuido a homogeneizar estilos y aspiraciones, aunque las tradiciones siguen teniendo peso.
En la zona oriental de Cuba, por ejemplo, existe la costumbre de preparar una bebida llamada aliñao cuando nace una niña, que se sirve 15 años después durante la fiesta.
En cuanto a tendencias, el verde ha sido el color más elegido por las quinceañeras en el 2025, superando al clásico rosa, el azul o el rojo, señala Pablo Nieto, socio de Del Amor en Vestidos 15.
Y aunque algunas jóvenes no pudieron celebrar sus 15 en su momento, ahora —incluso con 30 años— buscan cumplir ese sueño pendiente. Otras, con apenas ocho o nueve años, ya sueñan con su vestido, su peinado y su gran día.
“La ilusión empieza muy temprano. Hay niñas que nos siguen desde pequeñas y esperan durante años su momento”, explica Del Amor.