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Bolsonaro, la caída del "mito" de la extrema derecha de Brasil

Bolsonaro, la caída del "mito" de la extrema derecha de Brasil
El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro. EFE/ Isaac Fontana

El expresidente brasileño, ícono de la ultraderecha, enfrenta una condena que podría dejarlo bajo arresto domiciliario o en prisión por el resto de sus días

Lo que durante años fue exaltado como un símbolo de fuerza conservadora, hoy cae por su propio peso. Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil y figura central de la extrema derecha latinoamericana, ha sido declarado culpable por intentar un golpe de Estado tras perder las elecciones del 2022, informó la agencia EFE.

La sentencia definitiva se conocerá este viernes, pero a sus 70 años, Bolsonaro podría pasar el resto de su vida bajo prisión domiciliaria o encarcelado.

Militar retirado, nostálgico confeso de la dictadura y abanderado del discurso “anti-sistema”, Bolsonaro abrió las puertas del poder a los militares durante su mandato, aunque los altos mandos se negaron a respaldar su plan para impedir la transición democrática tras la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva.

Simpatizantes del expresidente de Brasil Jair Bolsonaro sostienen una bandera de Estados Unidos durante una vigilia de oración en apoyo al exmandatario este jueves, en Brasilia (Brasil). EFE/ Antonio Lacerda

A pesar de la condena, decenas de miles de seguidores salieron a las calles el pasado fin de semana para pedir amnistía. Su base dura -compuesta por evangélicos, agroindustriales y defensores del armamentismo, las llamadas “bancadas de la Bala, el Buey y la Biblia”- continúa considerándolo su líder.

Durante su gobierno, Bolsonaro relajó el control de armas, eliminó barreras ambientales para el agronegocio y saboteó políticas de género y diversidad, lo que consolidó su imagen entre los sectores más conservadores. Fuera de Brasil, encontró eco en figuras como Donald Trump, quien incluso presionó contra las investigaciones judiciales en su contra.

Hoy, su caída tiene también un componente simbólico. Su apodo de “mito”, usado por sus seguidores como emblema de liderazgo, nació en realidad como una burla: Abreviatura de “palmito”, por sus piernas delgadas durante la academia militar.

Su esposa, Michelle Bolsonaro, pidió públicamente compasión para su esposo, denunciando que vive una “humillación” en arresto domiciliario, portando una tobillera electrónica. Sin embargo, la justicia brasileña considera probado que conspiró para subvertir la democracia, y el país espera ahora conocer la duración de su condena.

Así, el “mito” se desmorona, atrapado entre la nostalgia de sus fieles, el peso de los tribunales y un legado que divide profundamente a Brasil.

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