Expertos reunidos en el Roche Press Day insisten en que el gasto sanitario debe verse como inversión estratégica
Ante el envejecimiento acelerado de la población, el aumento en la demanda de servicios sanitarios y el crecimiento de enfermedades crónicas, especialistas de toda la región coincidieron en la necesidad urgente de cambiar la forma en que se concibe el sistema de salud, de gasto a inversión, informó la agencia EFE.
Durante el Roche Press Day, celebrado el 7 y 8 de octubre en Ciudad de México, líderes del ámbito sanitario y económico destacaron que la región invierte apenas el 3,8% de su PIB en salud, muy por debajo del 6% recomendado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), lo que limita su capacidad para prevenir, atender y contener el impacto de enfermedades como el cáncer, la diabetes y los padecimientos cardiovasculares.
“La salud no es un gasto, es una inversión. Es un cambio de narrativa que tiene consecuencias políticas y económicas profundas”, señaló Jonathan Malagón, presidente de la Asociación Bancaria de Colombia.

La directora de Asuntos Corporativos de Roche para Centroamérica y el Caribe, Melissa Delgado, advirtió que las enfermedades crónicas representan una tormenta perfecta por sus altos costos sociales y económicos.
Actualmente, el 28% de los casos afectan a personas entre 25 y 65 años, y para el 2035 podrían representar el 50%. “Por cada dólar invertido en salud, se genera un retorno de entre dos y cuatro dólares en la economía”, explicó Delgado.
El secretario ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs, alertó sobre el impacto de los recortes postpandemia y la urgencia de rediseñar modelos de financiamiento.

“Ajustar el gasto corriente implica reducir el tamaño del Estado, algo políticamente muy complejo”, indicó, sugiriendo reformas tributarias bien estructuradas como alternativa, con énfasis en la confianza institucional.
En esa línea, Judith Senyacen Méndez, del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), denunció que México destina apenas el 2,7% del PIB a salud, frente a un 4,1% destinado al pago de intereses de deuda, y la mitad de lo que invierten Chile o Colombia por habitante. “Sin una reconfiguración del pacto fiscal, será imposible aumentar el gasto sanitario”, aseguró.
Sobre la industria farmacéutica, los expertos coincidieron en que se debe lograr un equilibrio entre precios accesibles y sostenibilidad en la investigación e innovación médica, fundamental para el desarrollo de tratamientos más eficaces.
“La esperanza que tenemos sobre el futuro de la humanidad está en manos de la investigación médica”, concluyó Malagón.
