El proyecto para regular estos dispositivos, prohíbe el consumo en menores de edad y su uso en lugares públicos, restringe su publicidad.
El ministerio de Salud de Chile envió al Congreso este martes un proyecto de ley sobre el cigarrillo electrónico que le impone las mismas regulaciones de uso y comercialización que actualmente tiene el tabaco tradicional.
El proyecto para regular estos dispositivos, cuyo uso se ha masificado en Chile principalmente entre los hombres, prohíbe el consumo en menores de edad y su uso en lugares públicos, restringe su publicidad y obliga a que sus empaques tengan advertencias sobre el daño que generan a la salud.
“Estos dispositivos tendrán las mismas normas que los cigarrillos tradicionales. Van a ser tratados exactamente igual”, sostuvo Jaime Mañalich, ministro de Salud, en rueda de prensa.
El cigarrillo electrónico permite la inhalación de líquidos con nicotina y saborizantes, y expone al consumidor a una menor cantidad de toxinas que el cigarrillo combustible. En muchos casos, es usado para sustituir el consumo del tabaco tradicional.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer un informe en Brasil hace dos meses en el que aseguró que estos vaporizadores son “indudablemente dañinos” y deberían ser regulados, pero además desaconsejó utilizarlos para dejar de fumar ya que no existen pruebas sobre su efectividad.
“Sí provocan daños a la salud, contienen níquel, cromo y plomo, y como país tenemos que actuar para regular estos dispositivos”, declaró Paula Daza, subsecretaria de Salud Pública de Chile.
El cigarrillo provoca cada año la muerte de ocho millones de personas, entre fumadores y fumadores pasivos.
Aunque el número de fumadores en el mundo ha disminuido ligeramente desde 2007, sigue siendo muy alto, y alcanza a unos 1.400 millones, la gran mayoría de ellos hombres.