Las llamas que arrasan una parte de la Amazonía de Brasil, donde está el 60% de esa selva, han provocado una crisis ambiental y diplomática para su gobierno, que propugna la explotación minera en reservas indígenas y áreas protegidas.
Siete de los nueve países que comparten la Amazonía pactaron este viernes en Colombia medidas de protección para defender la mayor selva tropical del planeta, azotada por incendios y deforestación, en medio de dardos de Brasil en defensa de su soberanía.
Los mandatarios y representantes de Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, Brasil, Guyana y Surinam clausuraron la Cumbre Presidencial por la Amazonía en la selvática ciudad de Leticia (sur), con el compromiso de ejecutar “medidas concretas” para el territorio amazónico, esencial para el equilibrio climático.
Solo faltaron Venezuela, que no fue invitada, y la Guyana Francesa, territorio de ultramar de Francia.
“Aquí estamos firmando un pacto, el Pacto de Leticia, un pacto donde nos coordinamos, donde trabajamos armónicamente por objetivos comunes (…), que nos compromete y nos motiva a proteger nuestra Amazonía”, dijo el presidente colombiano, Iván Duque.
Duque calificó de histórico lo convenido y la reunión, al considerarlas un paso de las palabras a la acción. El mandatario convocó de urgencia el encuentro en una iniciativa conjunta con su par peruano, Martín Vizcarra, ante los recientes incendios en Brasil y Bolivia.
– Dardos a Macron –
Cuestionado internacionalmente por sus respuestas a los graves incendios en la Amazonía brasileña, el presidente Jair Bolsonaro -quien intervino vía conferencia tras ausentarse por razones médicas- abogó porque el mensaje de la cumbre apuntara a que la soberanía de cada nación sobre la Amazonía fuera “innegociable”.
“Tenemos que tomar una posición firme de defensa de nuestra soberanía que sirva también para que cada país pueda dentro de su tierra desarrollar la mejor política para la región amazónica”, declaró.
Las llamas que arrasan una parte de la Amazonía de Brasil, donde está el 60% de esa selva, han provocado una crisis ambiental y diplomática para su gobierno, que propugna la explotación minera en reservas indígenas y áreas protegidas.
Bolsonaro afirmó que las críticas en contra de su manejo de la crisis ambiental -disparadas principalmente por el mandatario francés, Emmanuel Macron- responden a “personas de otro mundo que verdaderamente quieren apropiarse” de las riquezas de la Amazonía.
“El señor presidente de Francia se precipitó con lo que hizo (cuestionar la soberanía de Brasil sobre la Amazonía), pero el plan para convertir esa gran área en patrimonio mundial sigue en el tablero”, aseguró.
El texto final recogió el pedido de Bolsonaro, representado en Leticia por su canciller Ernesto Araújo, de reafirmar “los derechos soberanos de los países de la región Amazónica sobre sus territorios y sus recursos naturales”.
En Brasil, desde enero hasta el 5 de septiembre, los satélites del instituto de observaciones espaciales (INPE) contabilizaron 96.596 focos de incendio, un 51,4% de ellos en la región amazónica.
– “Acciones concretas” –
El tratado obliga a trabajos conjuntos de mitigación, protección y prevención en la selva; coordinación de las naciones para enfrentar las causas de la deforestación, como la minería, el narcotráfico, extensión ilegal de la frontera agrícola o explotación ilegal de minerales.
Además de crear una red amazónica de cooperación ante desastres naturales y movilizar recursos, públicos y privados, para implementar el pacto, según lo firmado.
Es necesario “sumar acciones concretas porque solamente la buena voluntad ya no es suficiente. Requerimos acciones por el bien de la Amazonía y de todo el planeta”, indicó Vizcarra.
El presidente boliviano Evo Morales, aseguró que “la madre tierra está en peligro de muerte” por el cambio climático, las afectaciones a las fuentes hídricas y el consumismo “excesivo”.
Y también cuestionó que Nicolás Maduro, mandatario de Venezuela, no fuera invitado a la cumbre por “diferencias ideológicas” con los demás países participantes.
En Bolivia, el fuego arrasó desde mayo con 1,7 millones de hectáreas de bosque y pastizales, entre ellas áreas protegidas, según cifras oficiales.
La firma del pacto coincide con el pedido realizado este viernes en París por la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, de “reforzar los instrumentos” existentes, como la Convención de Patrimonio Mundial, para proteger los bienes comunes de la humanidad, entre los que incluyó a la Amazonía.
Los signatarios del Pacto de Leticia volverán a reunirse en la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático que se realizará en Santiago de Chile en diciembre.